Al transmitir el expediente científico del equipo Grenier al Albaola, Parks Canada solicitó que el barco fuera reconstruido tal como estaba en aquel momento. Por ello, los trabajadores vascos utilizan al máximo las herramientas y la tecnología de hace 400 años. Aunque el equipo, que actualmente incluye una treintena de profesionales y voluntarios, ya ha utilizado una grúa, casi todo se hace a mano.
Los trabajadores también tienen que experimentar de vez en cuando. A veces, a pesar del trabajo de los arqueólogos canadienses del monje, la experiencia que el equipo busca no existe. No hay nadie que esté ahí, vivo, para decirme cómo hacer el galeón.
subraya Xabi Agote, bajo los martillazos de un carpintero que trabaja en la proa del barco.
Hacemos lo que llamamos arqueología experimental
añade el presidente de Albaola, con los pies rodeados de serrín. Es una manera de reaprender este conocimiento perdido, de revivir este conocimiento a través de la experimentación.
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A pesar de los muchos desafíos que superar, el casco y las cubiertas del galeón están casi construidos, sus tablas sujetas con clavos de hierro e impermeabilizadas con una capa marrón de alquitrán pegajoso. Los mástiles se instalarán en los próximos meses.
El progreso es lento porque el equipo no puede dedicarse a tiempo completo al galeón. De hecho, para ayudar a financiar la San Juanlos trabajadores construyen otras embarcaciones pequeñas en paralelo. Además, un balcón rodea la obra para permitir a los turistas observar la obra, otra forma de pagar la réplica, para la que también se pagan subvenciones públicas y fondos de la UNESCO. En total, el proyecto tiene un presupuesto de aproximadamente 1 millón de dólares al año.
Hacemos mucho con pocos medios
sostiene Xabi Agote, y añade que a Albaola se donaron varios materiales, entre ellos 300 robles, lo que también ayuda a reducir costes.
Emisión Todo terreno
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Cruzando una vez más el Atlántico Norte
El calendario de reconstrucción y la posible travesía del Atlántico Norte ya se ha pospuesto varias veces, en particular a causa de la pandemia. Xabi Agote asegura que por fin ve la luz al final del túnel, aunque reconoce que aún queda mucho trabajo por hacer.
El equipo deberá confeccionar toda la vela, kilómetros de cuerda y las anclas, la mayor de las cuales tendrá 5 metros de largo. El barco también debe estar equipado con cientos de barriles -los barriles utilizados para transportar petróleo- y cinco barcos balleneros, las pequeñas embarcaciones utilizadas para cazar ballenas de Groenlandia y ballenas francas, las especies cazadas por los vascos porque flotaban una vez disparadas.
Vamos a recrear un universo del siglo XVI
afirma Xabi Agote, destacando que la vestimenta del equipo se diseñará en colaboración con el Museo del Traje de Madrid. Incluso la comida y la sidra que consumirán los marineros serán las mismas que en el siglo XVI.
El equipo de Albaola espera botar el barco el próximo año, luego entrenar a la tripulación, realizar pruebas en el mar y realizar otros preparativos necesarios antes de cruzar el Atlántico Norte, un viaje que podría realizarse en 2026.
Me pregunto si tendremos que posponer esto hasta 2027 porque soy consciente de que la tarea es muy importante.
confía Xabi Agote. Sin embargo, afirma que el pasado mes de junio se formó un comité formado por representantes españoles y canadienses y que actualmente está estudiando financiar la travesía y organizar la recepción del ballenero y su tripulación en Red Bay. Es categórico: el viaje que ha soñado durante 40 años se hará realidad.
El desafío es enorme
reconoce, con los ojos vueltos, una vez más, hacia Labrador. Pero para mí, es el mayor homenaje que puedo rendir a nuestros antepasados y a todos los canadienses, porque es gracias a Canadá que hacemos esto.
Este informe fue elaborado gracias a una subvención del Premio UE-Canadá para Jóvenes Periodistas.
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