¿Y si se tratara del gran levantamiento, de la fiesta del recambio? Cuarenta y ocho horas después del insípido empate (0-0) encajado el jueves por la noche contra Israel en el Stade de France, ¿podría Didier Deschamps cambiar sus viejos hábitos y hacer más cambios de lo habitual para desafiar a Italia el domingo por la noche en San Siro?
Una cosa es cierta: tras la actuación soporífera de sus tropas ante el escaso público dyonisiano, el técnico tiene muchos motivos para rotar su plantilla. El primero, y no menos importante, sería mostrar aún más su decepción por la copia realizada por sus jugadores. El jueves por la noche, en rueda de prensa, Didier Deschamps no ocultó su descontento al final de la reunión. “No voy a estar satisfecho con lo que hicimos”, aseguró, tras recordar que no había atenuantes que buscar tras este triste empate. Deberíamos haber ganado de todos modos. Podríamos haberlo hecho mejor. »
Si su equipo no estuvo realmente en peligro a nivel defensivo, en cambio apenas demostró estar a la altura de las expectativas en el mediocampo y en términos de animación ofensiva. Una observación que, por una vez, podría dar todas las razones para que un entrenador habitualmente bastante conservador inyecte sangre nueva. La reflexión sería tanto más legítima cuanto que, a mediados de noviembre, algunos internacionales sintieron claramente la necesidad de tomarse un respiro y jugar un segundo partido en 72 horas probablemente no sería del agrado de los ‘bleus’. En las últimas horas, la plantilla viene planificando entre 4 y 6 cambios en el once inicial.
En la portería, no hay duda de que Mike Maignan alineará en este San Siro que se sabe de memoria y que al menos gran parte del público agradece. En defensa, Jules Koundé también parece uno de los imprescindibles de la derecha. Aunque regresa a “su” guarida, el capitán del AC Milan, Théo Hernández, podría verse obligado a tomar aire y abandonar, como había ocurrido en los dos encuentros anteriores, el segundo partido ante Lucas Digne por la izquierda. En el eje, Deschamps seguramente podría volver a alinear la bisagra Konaté-Upamecano. Pero no sería sorprendente, ya que Francia está clasificada, ver entrar a William Saliba y verlo (re)formar con Dayot Upamecano la bisagra de la última Eurocopa.
Pero es en el medio campo y en ataque donde las modificaciones podrían ser más numerosas. Sancionado, Eduardo Camavinga tendrá que ser sustituido. Si bien el capitán N’Golo Kanté debería ser reelegido, esta vez podría asociarse con Manu Koné y Adrien Rabiot para revitalizar un sector que se ha mostrado falto de inversión y de audacia contra Israel.
Ya clasificado, el equipo francés puede conquistar el primer puesto del grupo en San Siro, siempre que gane al menos por dos goles a la Squadra Azzurra. Inofensivo o casi el jueves, el ataque de los Blues podría esta vez ver a Kingsley Coman o Christopher Nkunku (libre el martes en el entrenamiento) tomar la salida y aportar desde el principio la energía que habían infundido contra Israel. Bradley Barcola, ciertamente extinto el jueves por la noche, podría tener un poco de continuidad. Queda por ver a quién se le confiará el punto. Si Randal Kolo Muani no está sobrecargado por su uso en el PSG, el técnico podría preferir al jugador del Inter Marcus Thuram, que también tendría la ventaja de jugar en un estadio en el que tiene sus marcas.
El posible equipo francés: Maignan – Kounde, Saliba, Upamecano, Digne – Cone, Kante (cap.) Rabiot – Coman, Thuram, Barcola
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