Las tarifas por el uso de terminales de pago con tarjeta o teléfono inteligente están provocando descontento entre los comerciantes. Para una compra de 100 francos en tienda, estos gastos pueden variar de 23 céntimos a 1,55 francos según el método elegido. El espectáculo Hablamos de ello tuvo lugar en una pequeña tienda de La Chaux-de-Fonds.
En pequeños comercios como supermercados, librerías o panaderías, a veces pequeños carteles informan a los clientes de que por debajo de 10 francos no se aceptan pagos con smartphone o tarjeta bancaria. La razón: las transacciones digitales generan tarifas a los comerciantes, un tema que molesta desde hace varios años.
Un antes y un después-Covid
En 2020, las medidas de distanciamiento social vinculadas a la pandemia de Covid-19 fomentaron los pagos sin efectivo. Al mismo tiempo, los bancos enviaron a sus clientes nuevas tarjetas de débito que sustituyeron a la Maestro: las tarjetas Debit Mastercard y Visa Debit. Con estas nuevas tarjetas se toma un porcentaje del total de la transacción. En otras palabras, cuanto mayor es la factura, más aumentan las tarifas.
Costos variables
Para el espectáculo Hablamos de ello, Marjorie Schmidt y Hélène Kramer, codirectoras de la boutique [Kaban] en La Chaux-de-fonds, abrieron sus cuentas. Para una compra de 100 francos, la tienda paga tarifas que varían según el método de pago elegido por el cliente: 1,55 francos con tarjeta de crédito, 1,30 con tarjeta Twint, 55 céntimos con tarjeta de débito o 23 céntimos con la tarjeta Postfinance. Por tanto, las comisiones varían entre 23 céntimos y 1,50 francos, o seis veces más en el caso de las tarjetas de crédito.
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En su tienda online, la empresa paga aún más: por 100 francos, las tarifas son de 3,20 francos si se paga con tarjeta de débito o de crédito. El Twint sigue estando a 1,30 francos. La transferencia bancaria, en cambio, no cuesta nada.
Si hay varios proveedores en el mercado, a los comerciantes les resulta difícil mantener la competencia: las ofertas son numerosas y las condiciones varían enormemente según el tipo y tamaño del negocio. En Suiza, en el caso de las tiendas físicas, existen principalmente cuatro “compradores” diferentes: las empresas Worldline, Nexi, Sumup y Postfinance. Además, la elección del terminal, para comprar o alquilar, también constituye un gasto.
Una solución: informar a los clientes
“Es importante que los clientes sepan también lo que representan para nosotros los gastos y comisiones bancarias”, explica Marjorie Schmidt, cofundadora de la boutique “la [Kaban]” en La Chaux-de-Fonds, en un vídeo en su cuenta de Instagram. “Los costes relacionados con el terminal de pago, Twint y los pagos en nuestra tienda electrónica nos costarán 4.132 francos en 2023”. Ante la magnitud de la factura, la comerciante y su pareja decidieron hablar abiertamente sobre el tema en las redes sociales. Instalaron un pequeño cartel en la caja de su tienda para indicar su preferencia por los pagos en efectivo. Lo mismo ocurre con los pagos online, donde fomentan las transferencias bancarias tradicionales.
“El vídeo tuvo una muy buena acogida”, explica Marjorie Schmidt, entrevistada en Hablamos de ello. “La gente no esperaba que el importe fuera tan alto. Hubo una gran solidaridad; realmente notamos una diferencia en términos de pagos en nuestra tienda y en nuestra tienda electrónica”.
Asunto de radio: Isabelle Fiaux y Bastien von Wyss
Adaptación web: Myriam Semaani
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