INVESTIGACIÓN – Aunque se ofrecen numerosas ayudas financieras para convencer a los médicos generalistas de que se establezcan en zonas de escasos recursos, su eficacia sigue siendo limitada. Para gran consternación de las comunidades que le dedican un presupuesto nada despreciable.
Villa con piscina por 1,5 millones de euros, estancias de descubrimiento, campañas de comunicación… Las comunidades compiten entre sí en su imaginación para intentar atraer a los médicos. Estas inversiones no siempre dan frutos en un país donde el 87% de la población vive en un desierto médico y 6,7 millones de franceses no tienen un médico de cabecera, según el segundo barómetro sanitario y social de la AMF y de la Mutualité française, presentado durante el último congreso de alcaldes.
A pesar de toda la buena voluntad de los funcionarios electos y de las sumas comprometidas, estos municipios sufren muchas decepciones. « Te hace preguntarte qué tienes que hacer para que un médico quiera venir aquí… »se desespera un vecino de Saugues. Este encantador pueblo del Alto Loira se ha metido la mano en el bolsillo para hacer frente a la escasez de médicos de cabecera: pago de una agencia de contratación, alojamiento gratuito durante seis meses y un consultorio médico gratuito y totalmente equipado. En vano
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