El agua de Creuse no es potable por naturaleza, es demasiado ácida y su PH es demasiado bajo. Para mejorar su calidad en el sector de Saint-Yriex-les Bois, está en servicio una nueva fábrica, operado por la empresa Saur para el sindicato Confluence Eau. Inaugurada este martes, remineraliza el agua, para limitar daños a las tuberías y riesgos para la salud.
Desde fuera, es un rectángulo alto y blanco, escondido en medio del bosque. En el interior, concentración de electrodomésticos y modernidad. 300 m3 de agua llegan de dos captaciones a través de dos tuberías y pasan por filtros de piedra caliza.
465.000 euros para garantizar la calidad del agua
Gracias a este tratamiento el PH del agua distribuida en el sector pasa de 5,5 a 8. De este modo cumple con la normativa, lo que no ocurría hasta ahora.. “Esto es parte de una red completa que estamos instalando para brindar la mejor calidad posible”. explica Vincent Turpinat, presidente del sindicato Confluence eau. El desafío es preservar la salud de los consumidores y de las tuberías. “Algunas redes tienen fugas en un 50 o 60% porque están dañadas por el agua”subraya Anne Frackowiak-Jacobs, prefecta de Creuse.
En esta fábrica en miniatura, los dispositivos y las mediciones se gestionan en una tableta y se pueden controlar de forma remota. La intervención de un técnico sólo es necesaria una vez por semana.
En Creuse, el 80% de las estaciones de neutralización consideradas prioritarias están en servicio. El de Saint-Yrieix-les-Bois costó cerca de 465.000 euros, la mitad financiado por la Agencia del Agua, pero también por el departamento y la prefectura.
“Con un kilómetro de red, a veces abastecemos a cinco habitantes”
“Aún quedan millones de euros para invertir en los próximos años”estima Vincent Turpinat, cuyo sindicato gasta casi un millón de euros al año. Según él, aún queda mucho por hacer en términos de seguridad, bombeo, sustitución de equipos y automatización de sistemas.
El departamento se beneficia de un contrato de resiliencia de 25 millones de euros de la Agencia del Aguaimprescindible apoyo estatal a las comunidades, porque muchas de estas inversiones no son rentables. “Con un kilómetro de red, a veces abastecemos a cinco habitantes”, subraya Vincent Turpinat
Gestión concentrada para una mayor eficiencia
Para gestionar mejor el recurso, los sindicatos se unen. Sólo quedan 25 unidades de gestión del agua, frente a las más de 80 de hace un año y medio. “El futuro es que podamos crear una red con interdependencias, para que cuando un municipio tenga un problema, otros puedan enviarle agua y viceversa”. dice Vicente Turpinat.
Trabajar en el ahorro de agua y en las interconexiones es fundamental, en el contexto de la escasez de recursos hídricos que afecta a la Creuse. “Tenemos mucha agua superficial, por lo que somos vulnerables a los efectos del calentamiento global. Durante los tres años anteriores, algunos municipios estuvieron a punto de perder su suministro, incluido Guéret”. recuerda Thierry Gaillard, vicepresidente del consejo departamental de Creuse encargado de la política del agua.
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