Ante el avance del mar sobre su propiedad y el creciente riesgo de inundaciones, David Lecordier y su esposa se ven obligados a abandonar su finca situada en Montmartin-sur-Mer, en la región de La Mancha.
Ya no tienen otra opción. En Montmartin-sur-Mer, en La Mancha, David Lecordier y su esposa Claudine van a abandonar su casa. Ante el imparable aumento del nivel del agua, las autoridades ordenaron a la pareja en 2019 abandonar su finca, convirtiéndolos en los primeros desplazados climáticos en el departamento.
La pareja de agricultores vio su terreno comprado por el Conservatorio del Litoral antes de su demolición y comenzaron a empacar sus cajas.
“Han sido cinco años de dudas, luchas y esperanzas, pero aceptamos las condiciones”, dijo David Lecordier a BFM Normandie.
“Es una emoción fuerte”
La pareja se instalará ahora en otro lugar y abrirá un camping con su yerno Jérôme. Pero son muchos los recuerdos familiares que desaparecen con la construcción. “Conocí aquí a mi bisabuelo, a mi abuelo, que falleció recientemente. Pasé muchas vacaciones aquí con ellos, así que es una emoción fuerte”, explica Jérôme.
Ante el avance del mar sobre el terreno, el municipio ha decidido no expedir más permisos de construcción. “Nuestro deber es proteger las construcciones existentes, pero tampoco agravar el problema con construcciones adicionales”, explica el alcalde de Montmartin-sur-Mer, Bruno Quesnel, a BFM Normandie.
David y Claudine Lecordier no son los únicos afectados. Francia es particularmente vulnerable al retroceso del litoral, la frontera entre tierra y mar, que se desplaza bajo el efecto de fenómenos naturales (oleaje, viento), el aumento del nivel del mar y las intervenciones humanas.
El Centro de Estudios y Experiencia sobre Riesgos, Medio Ambiente, Movilidad y Desarrollo ha estimado que 1.046 viviendas podrían verse amenazadas de aquí a 2028. Para 2050, 5.208 viviendas, incluidas casi 2.000 en segundas residencias, estarían amenazadas.
Solenn Boulant y Camila Giudice
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