« Israel es siempre gala en París. La movilización de las fuerzas sionistas francófonas al servicio del poder y de la historia de Israel », se puede leer en el cartel de presentación del evento publicado en la página de Facebook de Betar France.
El grupo anuncia en particular la presencia del Ministro de Finanzas del Estado de Israel, Bezalel Smotrich. Este mismo ministro, también responsable de la gestión civil en Cisjordania, prometió este lunes 12 de noviembre la anexión en 2025 por parte de Israel de los asentamientos israelíes en la Cisjordania ocupada.
Una invitación que dice mucho del posicionamiento de Betar. Hoy se lo describe como un movimiento juvenil sionista judío nacionalista a favor de la creación de un Estado de Israel más grande. “ Sionismo por pasión, judaísmo por orgullo », se presenta en su página de Facebook. Oficialmente sin orientación política, muchos lo consideran de extrema derecha: está directamente vinculado al partido actualmente en el poder en Israel, el Likud.
Historia de violencia
La fundación de Betar es anterior a la creación del Estado de Israel. Fundado en 1923 en Letonia por Vladimir Ze’ev Jabotinsky, este movimiento toma el nombre de la última fortaleza judía que cayó en manos de los romanos durante la revuelta judía de los años 132-135, al suroeste de Jerusalén. El pasado mes de julio, la asociación establecida en 30 países celebró sus 100 años de existencia en la ciudad santa.
Esta reunión parisina presenta riesgos de desliz. Se produce unos días después del ataque a unos seguidores israelíes en Amsterdam al margen de un partido de fútbol. El primer ministro Benjamín Netanyahu pidió al servicio secreto israelí, el Mossad, que establezca un plan de acción para este tipo de violencia.
En Francia, varios grupos y figuras políticas de izquierda piden la cancelación de la manifestación. Hay una historia: en 1988, la violencia estalló al margen de una manifestación contra el antisemitismo en París. En 2002, estallaron enfrentamientos con activistas pro palestinos. Desde entonces, Betar se ha vuelto más discreta y organiza viajes, conferencias y seminarios.
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