Las recientes investigaciones arqueológicas realizadas en el yacimiento de Eysses, también conocido con el antiguo nombre de Excisum, confirman el carácter estratégico y prestigioso de este lugar durante la época galorromana. El último informe del Inrap (Instituto Nacional de Investigaciones Arqueológicas Preventivas), publicado tras las excavaciones preventivas del pasado mes de junio, precisa la presencia de imponentes baños termales en el interior del antiguo campamento militar romano, cuya construcción se remonta a finales del siglo I d.C.
Durante estas excavaciones, motivadas por la construcción de una casa y una piscina, el equipo del Inrap descubrió restos de construcciones romanas, repartidos por toda la parcela. Entre ellos, construcciones de tierra y madera que datan del siglo I d.C., construidas sobre bases de piedra. “Estas primeras estructuras militares tenían funciones aún inciertas, pero al menos en parte artesanales”. toma nota del informe. Un análisis en profundidad de estos edificios antiguos podría arrojar más luz sobre su función inicial.
Un complejo termal estructurado
Uno de los principales hallazgos de esta campaña de excavación es un complejo complejo termal, situado al este del campamento central (el principio). Las termas, compuestas por varias salas, parecen haber sido objeto de al menos dos fases de remodelación, lo que revela la importancia concedida a este espacio de relajación e higiene. En la parte trasera de este complejo, las excavaciones descubrieron seis habitaciones en buen estado de conservación.
Las instalaciones incluían cuartos de servicio en el sótano, construidos contra la pared trasera de los baños termales al noroeste del sitio. Según el Inrap, estas habitaciones “han mantenido niveles excepcionales de funcionamiento”, porque se utilizaban como salas de calderas. Uno de ellos albergaba sucesivas calderas mientras que otro albergaba un canal de calefacción, excavado directamente en la antigua muralla.
La disposición de cámaras frigoríficas y piscinas acentúa la originalidad de estos baños termales. Al este del complejo, una cámara frigorífica conduce a una piscina de 12 m² con una profundidad de 1,5 m, accesible por tres niveles hacia el norte. Al sur, un sistema de evacuación permitía drenar las aguas residuales a una alcantarilla que discurría junto al edificio, una señal de ingeniería avanzada de la época romana.
Una ocupación prolongada a lo largo de los siglos
Los restos de las termas y de los edificios militares vecinos cuentan no sólo la historia de la Antigüedad romana, sino también la de las sucesivas reocupaciones que han marcado este lugar hasta los tiempos modernos. Las estructuras medievales, en particular los suelos empotrados y los silos de almacenamiento, demuestran la reutilización de las antiguas salas de servicio de los baños termales. En la época moderna se construyó en este terreno un edificio, en gran parte con materiales recuperados de las termas romanas.
Los datos recopilados durante esta operación arqueológica contribuirán a una mejor comprensión de la vida en este antiguo campamento. Los investigadores también esperan determinar los elementos decorativos que decoraban las termas e identificar las poblaciones, “probablemente soldados, pero posiblemente también civiles que frecuentaban este espacio”. Como subraya el informe del Inrap, los restos de Eysses ofrecen un potencial inagotable de descubrimientos, un valioso testimonio de la continuidad y la evolución de la ocupación humana en Aquitania.
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