¿Hacia el regreso de las manifestaciones campesinas? Unos meses después de una gran movilización del mundo agrícola, el descontento vuelve al campo, donde los ganaderos se sienten atrapados entre las enfermedades que afectan a sus animales y el miedo al tratado de libre comercio entre la UE y el Mercosur.
A finales de octubre, la imagen dio la vuelta a la región: en medio de fardos de heno, seis agricultores del Tarn posan sin camisa, con el bronceado agrícola visible, detrás de una pancarta que proclamaba: “El Estado se está quedando sin fuerza y estamos en El fin de mis nervios”. “Queríamos crear un poco de revuelo para decir que con los problemas que tenemos, ya no podremos vivir y acabaremos desnudos sobre la paja”, explica Cyril Bousquet, ganadero del valle del Tarn y presidente de la sección de ganado lechero de la FDSEA Tarn.
“Una carga que sigue creciendo”
Al igual que sus compañeros de la foto, está ocupado en su terreno para estar listo cuando se sume a las movilizaciones previstas a partir de mediados de noviembre. “El estado de ánimo actual es la impresión de que todo cae sobre nosotros al mismo tiempo, es una carga que seguimos cargando”, estima su colega Kévin Bleys, que también se rindió para “reaccionar”.
Paseando por los verdes y montañosos pastos donde pastan los animales, los dos hombres muestran una sonrisa irónica cuando se menciona esta foto, pero rápidamente recuperan la seriedad al hablar de sus dificultades.
“Con las enfermedades y los acuerdos del Mercosur que corren el riesgo de caer sobre nosotros, la gran pregunta es saber qué haremos mañana”, resume este ganadero de 32 años, miembro del sindicato de Jóvenes Agricultores.
Multiplicación de las epizootias que afectan al ganado
Las epizootias que afectan al ganado se han multiplicado en los últimos meses con la lengua azul (BFT) y sus variantes, así como con la enfermedad hemorrágica epizoótica (EMD), provocando “casi un 15% de pérdidas en el rebaño” según Kévin Bleys, y hasta un 50% en determinadas explotaciones.
Para Jérôme Bayle, ganadero de Alto Garona, una de las figuras de las movilizaciones agrícolas que caracterizaron el suroeste el invierno pasado, las pérdidas provocaron alrededor de una cuarta parte de abortos entre las 100 vacas de su rebaño.
Mientras las convocatorias de manifestaciones para mediados de noviembre son innumerables en todo el país, el campesino, todavía con la gorra al revés, cree que la firma del acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur será el elemento “que hará estallar la ira”.
“Todos pueden desanclarse muy rápidamente”
Después de las rotondas cubiertas y de la vuelta de las señales en muchos departamentos, la movilización podría alcanzar un hito a finales de año. “Si hasta ahora ha habido movimientos pacifistas y respetuosos”, Jérôme Bayle no está “seguro de que dure mucho: cuando estamos enojados y frustrados, todos pueden perder el control muy rápidamente”.
“El invierno pasado dijimos en Carbonne (40 km al sureste de Toulouse): “Aquí comienza el país de la resistencia agrícola”. Pero aquí creo que será una revuelta”, afirma.
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