Par
Pierrick Kerbaul
Publicado el
10 de noviembre de 2024 a las 12:48 p.m.
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Seis explotaciones agrícolas campesinas del Canal del Sur se reunieron en octubre para formar la asociación Collectif maraîcher des Manchots du Sud. Con esta iniciativa, los productores quieren ofrecer frutas y verduras locales y de calidad en la restauración colectiva del sector, y más concretamente en los comedores escolares. Están presentes en el pueblo local de la feria de Saint-Martin en Saint-Hilaire-du-Harcouët para presentar su proyecto.
“La idea aquí es darse a conocer y crear red. Podemos tener padres de alumnos que luego hablen de nosotros en las escuelas”, explica Rémy Coat, director de la granja Orée du bois en Le Mesnillard. Con sus cinco compañeros, esperan servir sus primeras verduras en la primavera de 2025. Pero por ahora están intentando conocer las necesidades de los establecimientos. “Construimos un inventario para saber quién está interesado en qué producto, en qué volumen. Esto nos permite adaptar y distribuir la producción según los hábitos de cada uno. Cada explotación del grupo pondrá una determinada capacidad al servicio del colectivo”, explica Rémy Coat.
Reconciliar a las personas con las verduras.
Algunos ya trabajan individualmente con las escuelas. Pero el objetivo es ofrecer más variedades, cubrir mayores necesidades, pero también adaptarse a la ley. “Desde hace varios años existe una demanda real de productos locales. Pero los comedores también están empezando a aplicar la ley Egalim, que les exige incluir en su carta una parte de productos sostenibles y de calidad”, añade el operador. El desafío también es reconciliar a las personas, y en particular a los niños, con las verduras. “Muchos están acostumbrados a comer verduras enlatadas. Pero lo que ofrecemos es completamente diferente. Es más saludable y con más sabor”, continúa Rémy Coat.
Al unirse, estos productores pueden ofrecer una amplia variedad de alimentos, desde las clásicas zanahorias y lechugas hasta los menos conocidos rábanos y chirivías de invierno, pasando por pimientos, patatas, judías o remolachas.
Trabajo en equipo
Al trabajar en grupo, estos agricultores pueden suministrar constantemente las frutas y verduras solicitadas, respetando el ciclo de las estaciones. “Solos, corremos el riesgo de no poder satisfacer la demanda si la cosecha de zanahorias es mala, como es mi caso este año”, afirma Patrick Cassier, director de la explotación agrícola Lieudit en Saint-Jean-du-Corail. “Entonces otro miembro del colectivo los aportará y yo ofreceré productos que otros no han podido cosechar. » Es a través de esta ayuda mutua que los horticultores esperan desarrollar su proyecto. “También podemos ayudarnos mutuamente con equipos e intercambiar habilidades. No nos mantenemos autosuficientes”, continúa Rémy Coat.
Multiplica las salidas
Para los agricultores, esta estrategia es una forma de diversificar y aumentar las oportunidades. “Somos varios los que nos hemos mudado recientemente, por eso también estamos tratando de darnos a conocer. También podemos comprar nuestras semillas juntos y ahorrar dinero”, afirma el director de la Orée du bois. La asociación está abierta a acoger a nuevos miembros, siempre que sea a escala humana.
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