Si tuviéramos que buscar en la temporada actual la razón por la que Fabien Galthié eligió titular a Thomas Ramos en la apertura de estas pruebas de noviembre, habría motivos para rascarnos la cabeza. De hecho, en siete salidas, el Mazamétain sólo estuvo alineado dos veces en la apertura, una victoria adornada con un try y un choque con Stuart Hogg en Montpellier (11-20) y una derrota en Castres (28-23). De hecho, los (buenos) motivos para confiar en él lógicamente se encuentran en el pasado, donde Ramos siempre respondía cuando le pedían que actuara como interino en los grandes partidos como número 10. El antiguo se remonta a la temporada 2018-2019. temporada, donde Ramos aprovechó su oportunidad tras la sanción de Zack Holmes para guiar al Toulouse en la mitad contra La Rochelle (20-6) y luego al Clermont en la final (24-18).
Francia-Inglaterra 2024, el bastón de mando de su mariscal
Sin embargo, es al período post-Covid al que debemos remontarnos para encontrar huellas de su primer partido verdaderamente memorable, con esta final de 2021 que dirigió magistralmente contra La Rochelle en lugar de Romain Ntamack, víctima de una conmoción cerebral contra el Burdeos. -Bègles en el medio. Ese día, bajo una lluvia torrencial, Ramos demostró ser el rey del campo, impartiendo una “clase magistral” estratégica en términos de ocupación del pie ante los Rochelais que, sin embargo, habían hecho de este sector su punto fuerte de la temporada. El día en que un tal Antoine Dupont, por no decir su nombre, se vio sorprendido por el control de su compañero bajo una fuerte presión.
Sin embargo, tanto a los ojos de Galthié como a los nuestros, esto evidentemente no está tan lejos. Pero bueno, tras un debut catastrófico marcado por una debacle contra Irlanda en Marsella (17-38), y un empate contra Italia en Lille (13-13), el paso de Ramos en el estreno (combinado al de le Garrec en la scrum) permitió al XV de Francia encontrar un vínculo en su juego y, sobre todo, un verdadero jefe dentro y fuera del campo. Esto quedó patente en Gales (victoria 24-45), donde superó la barrera de los 300 puntos con la camiseta azul mostrándose impecable en animación y ocupación. Pero sobre todo durante la recepción a Inglaterra en Lyon (33-31), que permitió a los blues derrotar al signo indio ante su público (después de tres partidos consecutivos sin ganar), en la que Ramos realizó el pase decisivo más improbable para los últimos veinte años atacando un balón desde el fondo de la llave hacia Fickou, pero sobre todo marcando el penalti de la victoria desde cincuenta metros en el último segundo, pocos minutos después de haber fallado un gol mucho más fácil.
Suficiente para cosechar muchos laureles, pero sobre todo la admiración y la confianza de estos socios… “Es increíble hacer lo que hizo a 50 metros”, afirmó Léo Barré. Hay que saber ponérselo… Se nota tanto el talento como la experiencia del jugador, y eso no me sorprende de él. » “Tenemos suerte de contar con un gran jugador como él, que dirige al equipo de forma increíble y que convierte un partido en un gran momento”, concluyó Alexandre Roumat. De ahí la decisión de Fabien Falthié de optar por la continuidad, ¿fue ocho meses después? Parece bueno, si…
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