El proyecto Bio-Plateaux, un programa de cooperación transfronteriza iniciado en 2021 para la gestión integrada de los recursos hídricos entre Guyana, el estado de Amapá en Brasil y Surinam, permitió una importante reunión del 31 de octubre al 2 de noviembre en Paramaribo. Durante tres días, actores políticos y medioambientales de los tres territorios visitaron infraestructuras hidráulicas, como la presa de Brokopondo, y participaron en conferencias, debates y discusiones estratégicas. Este encuentro marcó avances con la creación de un observatorio regional de cuencas transfronterizas de la Meseta Guayana, iniciativa encaminada a promover el intercambio de información y experiencias en las áreas del agua y la biodiversidad acuática.
Una herramienta estratégica para la resiliencia ecológica
Jean-Paul Ferreira subrayó que este observatorio representa un paso decisivo hacia la gestión común de las vías navegables entre los tres países, permitiendo: “Se trata de un refuerzo de los medios implementados para que la gestión conjunta de los medios acuáticos sea inteligente con varios socios y, sobre todo, para encontrar soluciones conjuntas en los medios de vida de la población con respecto a las consecuencias de los peligros climáticos transponibles a un país al otro”.
Riad Nurmohamed, Ministro de Obras Públicas de Surinam, saludó la convergencia de los territorios y la política nacional de Surinam, centrada en el cambio climático, la gestión del agua y la reducción de la contaminación. La importancia de esta cooperación transfronteriza también fue recordada por el presidente de Surinam, Santokhi, que acababa de regresar de la COP16 sobre la diversidad biológica en Colombia. Insistió en soluciones que podrían basarse en modelos probados en la región amazónica a través de la OTCA (Organización del Tratado de Cooperación Amazónica).
Entre las acciones concretas que se implementarán en las próximas semanas y meses se encuentra la instalación de una unidad de medición de turbidez, financiada por Bio-plateaux, en la desembocadura del Atapaoni, afluente del Maroni. “ La turbidez del agua es un marcador importante para monitorear la minería de oro. La idea es ir al campo e instalar la estación de datos juntos y transmitir los datos a los expertos de Surinam y Guyana. », explica Luken Delinthe, coordinador local en Guyana del proyecto BIO-PLATEAUX para la Oficina Internacional del Agua.
Sensibilización y consulta a las poblaciones indígenas.
Representantes de los pueblos indígenas, entre ellos Sônia Jeanjacque, secretaria de los pueblos indígenas de Amapá (SEPI), aprovecharon este encuentro para recordar el impacto directo de la contaminación del agua y el cambio climático en sus comunidades. La misma historia de las autoridades consuetudinarias de Guyana. “ Las actividades auríferas se realizan en el lado surinamés del mercurio mientras que en nuestro país la actividad legal lo prohíbe. Contaminan el río e impactan a las poblaciones que viven de la caza y la pesca », recuerda Bruno Apouyou, del Gran Consejo Consuetudinario.
El Gran Consejo Consuetudinario de Guyana insistió en la necesidad de que las autoridades consultaran a las autoridades consuetudinarias antes de autorizar determinadas actividades, en particular la minería, en el río Maroni. Sin embargo, Sylvio Van Der Pijl, presidente del Gran Consejo Consuetudinario, reconoce que el proceso es complejo, debido a las diferencias legislativas, las cuestiones económicas de cada país y su soberanía: “Hay motivos para provocar discusiones directamente con las autoridades de Surinam sobre sus regulaciones muy diferentes. Lo intentaremos de todos modos, incluso si conocemos ciertos obstáculos”. Riad Nurmohamed, Ministro de Obras Públicas de Surinam, interrogado sobre este tema por nuestra redacción, no pareció dudar en discutirlo.
La gestión del agua que no se puede hacer sin legislación ni formación
El encuentro permitió abordar la lentitud de los procesos legislativos en materia de gestión del agua y protección de los ecosistemas acuáticos, como indicó Gonda Asadang. El secretario permanente del departamento de abastecimiento de agua del Ministerio de Recursos Naturales de Surinam asegura que se avanza para establecer un plan común de gestión del agua: “Sin legislación, no podemos ofrecer una gestión del agua satisfactoria. Tenemos propuestas legislativas en proceso y hay avances. Las próximas regulaciones y el observatorio permitirán avanzar hacia el desarrollo de un plan de gestión del agua en Surinam”.
Del lado brasileño, Mirna Pinheiro Caniso, jefa de la unidad de conservación de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente de Amapá, destacó la importancia de capacitar a los agentes ambientales para fortalecer la cooperación entre los tres territorios: “Es importante que las universidades formen agentes competentes para la gestión del agua y, en general, para la gestión de la biodiversidad amazónica. Las universidades de los tres países deben realizar más trabajo conjunto”.
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El desafío para estos tres territorios será, por tanto, conciliar el desarrollo económico y la preservación de la biodiversidad, integrando los conocimientos locales y sensibilizando a las poblaciones sobre la importancia de una gestión sostenible del agua. Se trataría, en última instancia, de crear un órgano de gestión común para la toma de decisiones sobre las modalidades de las acciones y su financiación, como se hace en el lago Titicaca o en las cuencas del Danubio.
Radio País
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