Austria es el mejor alumno de los 23 países más ricos en términos de esfuerzos realizados para respetar el acuerdo climático de París, según un estudio publicado el jueves 7 de noviembre por el medio 2050NOW, medio digital dedicado a cuestiones medioambientales perteneciente a Les Echos-Le Parisien. grupo al que Franceinfo pudo consultar.
A cuatro días de la apertura de la COP29, que se celebrará en Bakú, Azerbaiyán, del 11 al 22 de noviembre, este ranking sin precedentes destaca los compromisos cumplidos o no cumplidos por los Estados comparándolos con sus promesas de respetar el acuerdo de París. Este estudio fue realizado conjuntamente por el Observatorio Hugo de la Universidad de Lieja, Bélgica, y Degroof Petercam Asset Management (DPAM), un fondo de gestión belga perteneciente a Crédit Agricole.
Firmado en diciembre de 2015, el acuerdo de París fijó el objetivo de “mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2°C con respecto a los niveles preindustriales” y continuar los esfuerzos “limitar el aumento de la temperatura a 1,5°C por encima de los niveles preindustriales”. Así, los países no sólo deben reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, sino también tener obligaciones en términos de adaptación, medios implementados, transcripción de leyes e incluso transparencia. Según el estudio, sólo el cumplimiento de cada uno de sus criterios permitirá ganar la lucha contra el calentamiento global.
El estudio, realizado bajo la dirección del investigador François Gemenne, jefe del Observatorio Hugo, abarca los 23 países más ricos. Y es Austria la que encabeza la clasificación, por delante de Alemania (2.ª) y Suiza (3.ª). Francia ocupa el noveno lugar, por delante de los países del norte de Europa: Noruega, Dinamarca y Finlandia. Estados Unidos está en último lugar.
Si Austria parece ser el mejor alumno del acuerdo de París, es porque obtiene buenos resultados en casi todos los criterios retenidos en el estudio. Cabe señalar que más de las tres cuartas partes de su electricidad proviene de energías renovables, un récord en la Unión Europea.
Alemania ocupa el segundo lugar en el ranking, a pesar de que las emisiones de gases de efecto invernadero se consideran medias. Pero obtiene buenos resultados en otros criterios, como la adaptación al cambio climático, donde muestra una puntuación máxima, o el apoyo a los países en desarrollo.
Le siguen Suiza y los Países Bajos. España ocupa el quinto lugar. Si bien es menos eficiente que Islandia y Dinamarca en sus emisiones actuales, su política centrada en las energías renovables, que ahora representan la mitad de su producción eléctrica, le permite estar entre los cinco primeros del ranking.
Francia ocupa el noveno lugar. Obtiene la máxima puntuación en el criterio de adaptación al cambio climático e incluso ocupa el primer lugar en términos de apoyo financiero a los países en desarrollo. Pero Francia está fracasando en la cuestión de la transparencia multilateral, que evalúa la calidad y oportunidad de sus informes climáticos. Ocupa el puesto 15 en este criterio. Y ocupa el puesto 14 en cuanto a emisiones de gases de efecto invernadero.
El estudio destaca las sorpresas en este ranking, como los países del norte de Europa, a menudo considerados modelos de transición ecológica. Por lo tanto, Finlandia obtiene un desempeño excelente en el criterio “cero neto”, que evalúa la ambición y la integridad del compromiso de un país para lograr este objetivo, y en adaptación, para el cual obtiene una puntuación máxima. Pero el país ocupa una posición muy pobre en la cuestión de las emisiones para 2030 (20.º entre 23 países) y en el apoyo brindado a los países en desarrollo (18.º).
Islandia, líder mundial en energías renovables, es el número uno en términos de emisiones de gases de efecto invernadero. Pero su pobre desempeño en los demás objetivos coloca al país en la octava posición.
23º y último del ranking: Estados Unidos. A pesar del ambicioso plan climático anunciado por el presidente estadounidense Joe Biden en abril de 2022, sus efectos aún no se han sentido. El estudio señala que el país ocupa el último lugar o casi en cuatro de los seis criterios elegidos. “¡Los compromisos climáticos no sólo no están a la altura, sino que no se respetan!” analiza el investigador François Gemenne, director del estudio, profesor del HEC, coautor del sexto informe del IPCC. Dice que le sorprende “La disparidad que aparece en cuanto a los diferentes criterios. Algunos países son muy buenos en ciertos criterios, como la adaptación o el sistema legislativo, por ejemplo, pero resultan malos en otros.”
Metodología:
El estudio cuantificó, para cada país, el cumplimiento de los compromisos mediante la revisión de las principales promesas. El equipo que llevó a cabo el estudio construyó un indicador global basado en los últimos datos oficiales disponibles, certificados y armonizados a nivel internacional (hasta 2022), y seis criterios clave: las emisiones actuales de gases de efecto invernadero, las emisiones proyectadas para 2030, el compromiso de alcanzar emisiones netas cero emisiones, esfuerzos de adaptación al cambio climático, los medios implementados y la transparencia multilateral que evalúa la calidad y oportunidad de los informes climáticos de un país. En aras de la justicia, los investigadores tuvieron en cuenta, para cada país, la responsabilidad histórica (emisiones de CO2 per cápita), la capacidad de actuar, que depende de la riqueza per cápita (PIB per cápita), y la demografía (% de la población mundial). ).
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