El hombre denuncia una actitud “anormal” de los bomberos, que le llevó a transportar él mismo a su mujer a urgencias. Allí le diagnosticaron hipopotasemia, una falta de potasio que puede provocar un paro cardíaco.
¿Los bomberos no apreciaron la urgencia de la situación? Un residente de Maurepas, en Yvelines, denunció a Le Parisien los malos tratos por parte de los bomberos, movilizados el 24 de octubre mientras su esposa se retorcía de dolor.
Esa noche, este residente pidió ayuda mientras su esposa sufría intensos dolores. Este último pasó las 24 horas vomitando a causa de una gastroenteritis transmitida por sus hijos, y no pudo comer ni beber nada.
El hombre cuenta a nuestros compañeros que los bomberos llegaron “muy rápido, unos diez minutos más tarde”. Pero una vez allí, su esposa no puede explicarles claramente la situación debido a su dolor. Ella misma dice, tras los hechos, que tuvo “dificultades para corregir al bombero que está hablando por teléfono con el médico Samu”.
El Samu concluyó que se trataba de “un dolor de estómago”
Su marido afirma que los bomberos transmiten la información al Samu “minimizando sistemáticamente” la situación. Tras un electrocardiograma y teniendo en cuenta la información transmitida por los bomberos, el médico de Samu concluyó “un dolor de estómago” y autorizó a los bomberos a abandonar el lugar.
El marido decide entonces llevar él mismo a su esposa a urgencias. Mientras los bomberos lo ayudaban a llevarla abajo, recuerda que uno de ellos dijo: “no es un dolor de estómago lo que le impedirá levantarse”.
En el hospital de Trappes, el hombre relata que los cuidadores están “aturdidos” por la urgencia de la situación. Su esposa sufre de hipopotasemia, una falta de potasio que puede provocar un paro cardíaco. Ella permanecerá hospitalizada durante la noche.
“En urgencias me dijeron que si no la hubiera traído, ella habría estado allí”.
Soporte “anormal”
Por su parte, el Servicio Departamental de Bomberos y Salvamento (SDIS) afirma a Le Parisien que “la intervención siguió todo el procedimiento” y que “la atención y el apoyo parecen adecuados”.
Pero el padre asegura que “cualquiera podría haber visto en su momento que no se trataba de un simple dolor de estómago” y evoca una intervención “anormal”, e incluso “catastrófica”.
Denuncia el comportamiento de los bomberos hacia su esposa. “Le hablaban como si fuera un animal, le gritaban” e incluso tenía la sensación de que les daba “asco de estar ahí”. Más de una semana después de los hechos, su esposa sigue en shock.
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