Cuando una empresa renueva el puente equivocado en Charleroi, ¡toda Bélgica habla de ello! Un contratiempo urbanístico que le costará caro a la ciudad, pero que hace reír a los internautas. Descubra cómo pudo haber ocurrido este increíble error…
¿Quién dijo que los belgas no tienen sentido del humor? En cualquier caso, la ciudad de Charleroi acaba de hacer una hermosa demostración de ello, a pesar de sí misma. Imagínese: una empresa tiene el encargo de renovar un puente en la ciudad de Carole y ¡se ha equivocado de objetivo! Como resultado, se reconstruyeron las barandillas de otro puente, casi idéntico y situado a unos cientos de metros de distancia. Un error garrafal que ha costado más de 52.000 euros y que basta para hacer sonreír a los contribuyentes.
Dos puentes, sólo uno será renovado
¿Pero cómo pudo haber ocurrido tal error? Hay que decir que los dos puentes en cuestión no carecen de puntos en común. Construidas al mismo tiempo según los planos de un único arquitecto, sus diseños son similares en todos los sentidos. El único problema es que uno pertenece ahora a la ciudad de Charleroi mientras que el otro depende de la región valona. ¡Y es precisamente este último el que debería beneficiarse de una renovación, no su gemelo municipal!
Una factura considerable para la ciudad
Lejos de sentirse ofendida por esta sorprendente renovación, la ciudad de Charleroi ha decidido tomarse las cosas con filosofía. No se trata de desmantelar las nuevas barreras, que de hecho seguirán vigentes. Por otro lado, tendrás que meter la mano en la cartera, ya que el ayuntamiento se ha comprometido a pagar la factura a la empresa olvidadiza. Importe de la estimación: 52.000 euros, una suma considerable que corre el riesgo de hacer temblar a algunas personas.
Esta es una situación cuanto menos divertida, lo que demuestra que siempre es una buena idea comprobarlo dos veces antes de empezar a trabajar. ¡La próxima vez, podemos apostar a que la empresa releerá los planes con más atención!
Comentario divertido de una fuente cercana al asunto.
El revuelo en las redes sociales
Bastó para que la historia circulara en las redes sociales y fuera recogida por numerosos medios de comunicación belgas e internacionales. En Twitter, el hashtag #PontGate incluso estuvo entre las tendencias del día, mientras los internautas competían con bromas y diversiones de todo tipo. Algunos lo vieron como una metáfora de los repetidos contratiempos en la gestión de la infraestructura del país llano, mientras que otros aplaudieron la flema y el autodesprecio de nuestros vecinos belgas.
Una anécdota para recordar
Al final, esta desventura habrá tenido al menos el mérito de hacer hablar a Charleroi con los cuatro rincones del mundo y de recordar la singularidad de la arquitectura local. También demuestra que cuando se trata de urbanismo, siempre es mejor revisar los planos dos veces que una vez antes de iniciar un proyecto. Un principio de precaución que podría evitar muchos problemas, ¡o incluso malos puentes!
Mientras tanto, Carolos podrá seguir utilizando su puente recientemente renovado, un atajo peatonal que ahora adquiere el aspecto de una curiosidad turística. ¿Cuándo habrá un circuito “PontGate” para los visitantes de paso?
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