Los habitantes de Saint-Aubin-de-Luigné (Maine y Loira) no pueden más. Se trata de la carretera Corniche Angevin que atraviesa su pequeña ciudad. Este eje se ha convertido en el lugar de reunión de muchos amantes de la velocidad que suelen ocupar el lugar para realizar un circuito. Por lo tanto, los residentes han decidido movilizarse para hacerse oír, informan nuestros compañeros de Oeste de Francia.
La RD751 conecta Rochefort-sur-Loire con Chalonnes-sur-Loire. Esta carretera sinuosa de unos diez kilómetros puede que esté en malas condiciones, pero a los ciclistas les encanta esta ruta. Los vecinos un poco menos. Las molestias generadas son numerosas. Por un lado, el ruido de los motores a todas horas, y por otro, el comportamiento de riesgo de los usuarios que pisan fuerte el acelerador.
Se rechaza el límite de velocidad de 50 km/h
Se ha instalado un radar educativo a la entrada de la localidad, pero parece ineficaz. A finales de julio, un grave accidente de moto dio a los vecinos la oportunidad de expresar su preocupación. En particular, exigieron un límite de 50 km/h en el sector. Una solicitud rechazada. Ante esta negativa, los vecinos optaron por crear una asociación para llevar a cabo su demanda.
“Les Amis de la Corniche Angevin” esperan convencer a las autoridades y organizan eventos en torno al patrimonio de la Corniche Angevin. La iniciativa cuenta con el apoyo de la alcaldesa de la ciudad, Sandrine Belleut, que espera que la prefectura de Maine y Loira escuche la ira de sus electores.
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