El viernes por la tarde, en Saint-Herblain, cerca de Nantes, un hombre de 72 años causó muchos problemas a la policía, llamada por unos vecinos preocupados al verlo paseando a su perro con un arma en la mano. Según la fiscalía de Nantes, el sospechoso también disparó contra los funcionarios, hiriendo levemente a uno de ellos.
Eran alrededor de las 21:30 horas cuando un vecino de la calle Léon Ignasak, en Saint Herblain, denunció a la policía la presencia de un hombre armado con un rifle que, según la fiscalía, utilizaba para disparar al aire. Un equipo de BAC fue enviado al lugar y la policía se encontró cara a cara con el sospechoso, un hombre de 72 años. En lugar de dejarse controlar, el septuagenario ordena a su perro atacar a los funcionarios, a quienes no les queda más remedio que dispararle al animal.
Detenido tras recibir un disparo
Luego, el hombre disparó en dirección a la policía, quienes respondieron con sus armas reglamentarias. El sospechoso, sin embargo, consigue escapar y se refugia en su caravana. Considerado ahora un loco, el septuagenario continúa atacando a los funcionarios. Uno de ellos, un policía del BAC de 25 años, resultó “herido en el hombro y en el muslo” por perdigones, precisó el fiscal de Nantes. Fue trasladado inmediatamente al hospital.
Se instala un perímetro de seguridad y llega un equipo Raid como refuerzo. Finalmente, alrededor de las 23:00 horas, el maníaco fue detenido sin que la policía tuviera que volver a utilizar sus armas. Según la fiscalía, el sospechoso sufrió heridas de bala en el abdomen y la pierna. Fue hospitalizado en estado grave en el centro hospitalario de Nantes. Operado durante la noche, el hombre todavía tiene un pronóstico vital.
Este hombre es muy conocido en los tribunales, el fiscal de Nantes precisa que en su expediente “contiene huellas de siete condenas dictadas entre 1996 y 2013 por diversos actos de violencia, prohibición de portación de armas, daños e infracciones de tráfico”. Se abrieron dos investigaciones, una por intento de homicidio intencional de un policía y otra para determinar las circunstancias del uso por parte de la policía de sus armas reglamentarias.
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