El Sena en bicicleta nos da la oportunidad de revisar completamente nuestra entrada a la ciudad, se alegra Bastien Coriton, alcalde de Rives-en-Seine y también concejal departamental de Sena Marítimo. Prevista para 2026, la llegada de la ruta ciclista al este de la nueva ciudad irá acompañada de una modificación de su acceso para incluir modos suaves. Al final de la consulta pública del 19 de junio, el paisajista Samuel Craquelin, encargado por el departamento de Sena Marítimo, perfeccionó el proyecto, que combina varios puntos complejos.
El primero de ellos es el estrechamiento del valle del río en este tramo donde la carretera departamental que viene de Rouen cruza la que cruza el Sena por el puente de Brotonne gracias a una estructura atirantada visible desde varios kilómetros a la redonda. Además, la zona industrial (ZI) que rodea este cruce deja poco margen de maniobra para las bicicletas y la vegetación. Por no hablar de los excursionistas que caminan hacia la abadía benedictina de Saint-Wandrille, a lo largo del Fontenelle, un curso de agua ya restaurado bajo los auspicios de Samuel Craquelin.
Zona para compartir coche. La operación, que ha costado 3 millones de euros y está cofinanciada por la ciudad (400.000 euros) y Caux Seine Agglo (250.000 euros), permite responder a estos desafíos gracias, en particular, a un proyecto conjunto de zona de uso compartido del vehículo. Ubicada cerca de la planta de mantenimiento aeronáutico Revima en la ZI, también se llevará a cabo bajo la dirección departamental de proyectos. “La sinergia entre ambos permite identificar este sitio como un hito de la entrada a la ciudad”, afirma Samuel Craquelin.
Para el paisajista, es una larga epopeya que está llegando a su fin. Su proyecto se realizó por primera vez en el centro de la ciudad, en el muelle de Caudebec-en-Caux, que obtuvo la Victoria del Paisaje en 2018 después de cuatro fases de obras y 3,5 millones de euros de inversión. Más recientemente continuó hacia Villequier, donde la ruta ciclista se abrió paso fácilmente gracias a un gran espacio entre el Sena y el acantilado. El tramo hacia la abadía de Saint-Wandrille abrirá la ciudad de 4.100 habitantes a su río, como muchas metrópolis.
En el plan director que elaboró en 2002, el paisajista ya había trazado ramificaciones hacia los dos pueblos ahora integrados en el nuevo municipio de Rives-en-Seine: Saint-Wandrille al este y Villequier al oeste. “La fusión, efectiva en 2016, permite ahora aclarar y poner en práctica estas intenciones iniciales”, concluye Samuel Craquelin.
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