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Homenaje a las víctimas del 7 de octubre en una sinagoga de Berna

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Cuando a principios del invierno de 1974 murieron miles de golondrinas, sorprendidas antes de su partida en migración, la compañía aérea Swissair acudió en ayuda de las aves. Transportó más de un millón de cajas al Sur.

Las golondrinas, transportadas en cajas de cartón adecuadas, viajaban como “equipaje adicional” en los aviones de la antigua Swissair (hoy suiza), según se desprende de la lectura de los archivos. Sin embargo, esta fue sólo la parte más espectacular de los rescates.

En Suiza, pero también en Alemania, asociaciones ecologistas y numerosos voluntarios han puesto en marcha una gran operación para proteger las especies. Se capturaban aves: durante noches enteras, se sacaban golondrinas de sus nidos o dormideros para alimentarlas con carne picada y gusanos de la harina.

Con el estómago lleno, las aves migratorias eran enviadas en coche, tren y, sobre todo, en avión a regiones más cálidas. Hay que saber que los pájaros no van al sur porque haga frío, sino porque ya no encuentran comida, explica Livio Rey de la Estación Ornitológica Suiza de Sempach (LU) a la agencia de prensa Keystone. -ATS.

Cuando hace frío, casi no hay insectos en nuestro país. Por tanto, las aves que se alimentan de insectos se marchan en invierno, mientras que las que pueden cambiar su dieta o que de todos modos también comen semillas se quedan aquí, explica el especialista.

Reloj interno y cambio climático

Si bien los migrantes de corta distancia reaccionan con bastante flexibilidad a las condiciones climáticas, el momento de su partida está, por otra parte, fuertemente arraigado en los genes de los migrantes de larga distancia. “A partir de una determinada proporción entre la duración de los días y las noches, se activan las hormonas. Es entonces cuando comienza la inquietud migratoria en las aves”, explicó Rey.

Sin embargo, este reloj interno ya no es tan fiable debido al calentamiento global. La primavera comienza cada año antes en Europa. Sin embargo, los inmigrantes de larga distancia cambian muy poco su agenda. Por lo tanto, pierden las mejores condiciones para su período de reproducción y, según Rey, a veces tienen menos crías o pueden alimentarlas peor.

Hola temprano

Los cucos son los primeros en abandonar Suiza. A partir de mediados de julio parten hacia sus regiones invernales al sur del Sahara. Poco después le siguen otros migrantes de larga distancia como el vencejo negro, el milano negro y el oropéndola. “En principio, cuanto antes se vayan las aves, más probabilidades habrá de que pasen el invierno en África”, según el experto de Sempach.

Entre los migrantes de cortas distancias, algunas aves que antes siempre viajaban al sur en invierno, permanecen con mayor frecuencia en Suiza. Este es particularmente el caso de las cigüeñas blancas y los milanos reales.

Para algunas aves, Suiza es el sur.

Con la salida anual de aves migratorias de Suiza, la migración de aves no ha terminado, destacó Rey. De hecho, los lagos de Suiza son atractivos refugios de invierno para muchas especies acuáticas del norte de Europa. Según los censos periódicos, alrededor de medio millón de ellos pasan allí el invierno.

Sin embargo, el número de estos visitantes del norte que pasan el invierno en Suiza está disminuyendo porque, también debido al cambio climático, los lagos casi no se congelan en invierno, ni siquiera en las zonas de anidación de muchas aves. En enero de 2024, en Suiza, incluidas las aguas fronterizas, sólo se registraron unos 360.000 ejemplares.

Cada año, se estima que 50 mil millones de aves migratorias vuelan a sus cuarteles de invierno en otoño en todo el planeta. Se estima que cada año cinco mil millones de aves realizan el viaje entre Europa y África.

Este artículo fue publicado automáticamente. Fuente: ats

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