Encarcelado en Nuuk, capital del territorio autónomo danés desde el 21 de julio, el fundador de Sea Shepherd vio rechazada su tercera solicitud de liberación el miércoles 2 de octubre. El tribunal groenlandés prorroga su detención a la espera del dictamen de Copenhague sobre la solicitud de extradición de Japón.
Como era de esperar, el activista medioambiental Paul Watson sigue (por ahora) tras las rejas. En prisión preventiva desde hace más de setenta días en Groenlandia en virtud de una orden de arresto internacional emitida por las autoridades japonesas, al fundador de la ONG Sea Shepherd se le negó por tercera vez una solicitud de liberación, este miércoles 2 de octubre.
A mediados de agosto y luego a principios de septiembre, el defensor de las ballenas, que corre el riesgo de ser extraditado a Japón, ya había sufrido dos decisiones de prórroga de su detención por parte del tribunal de Nuuk, capital del territorio autónomo danés. Qué rebelde, para este estadounidense-canadiense de 73 años. Los jueces groenlandeses optaron por seguir las exigencias de la fiscalía, inflexible desde su arresto el 21 de julio, y mantenerlo en su celda al menos hasta el 23 de octubre. En cuanto al fondo del caso, Watson y su defensa aún esperan el arbitraje de la Ministerio de Justicia danés sobre la solicitud de extradición japonesa para la que no se ha anunciado fecha de entrega. “Todo este asunto insulta los derechos humanos y el futuro de nuestros niños”, reacciona este miércoles a Liberar Jean Tamalet, uno de los abogados de Paul Watson.
“Queremos que el ministro danés tome una decisión”
El activista lleva catorce años en el punto de mira de Japón. El país, que emitió orden de arresto en su contra, lo incrimina “obstrucción forzosa del comercio, lesiones corporales, invasión de un buque y vandalismo” durante una campaña de acoso contra la caza de ballenas dirigida por Sea Shepherd en febrero de 2010 en el Océano Austral. Acusaciones que llevaron a la creación de una notificación roja de Interpol en septiembre de 2012, a la que Copenhague respondió favorablemente este verano. Paul Watson fue esposado a bordo de su barco por agentes de policía daneses mientras se preparaba para perseguir a un barco factoría japonés.
“Queremos que el ministro danés finalmente tome una decisión. Ahora mismo lo dejan languidecer en prisión, es francamente problemático”. denunció el presidente de Sea Shepherd Francia, Lamya Essemlali, a la Agence France Presse. “En última instancia, la cuestión de la proporcionalidad [de la détention provisoire par rapport au délit] va a ser un problema”, Insiste, por su parte, la penalista danesa Julie Stage, otra abogada del activista.
A mediados de septiembre, el equipo legal de Paul Watson se puso en contacto con el relator especial de las Naciones Unidas sobre defensores del medio ambiente, Michel Forst, para que pudiera investigar la situación. En una entrevista concedida a Liberar El lunes 30 de septiembre, este último dio sus primeras impresiones sobre esta cuestión tan política y confió: “La ley no exige que Dinamarca realice un arresto. Otros países, incluida Francia, han permitido a Paul Watson viajar libremente dentro de su territorio en los últimos años. […] Sería un verdadero escándalo si lo extraditaran”.
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