El ejército francés utilizó ampliamente el César en Irak, desde septiembre de 2016 hasta abril de 2019, en la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI). Desde febrero de 2022, Francia también ha entregado 30 de estas máquinas a Ucrania. Muy móviles y rápidos, permiten a los artilleros disparar en dirección a su objetivo y salir inmediatamente para no ser localizados por las tropas enemigas y sufrir el fuego de respuesta.
En Rusia existe una herramienta muy eficaz, pero terriblemente inmoral, para deshacerse de un alborotador.
El 18 de enero, Francia formó una coalición de “artillería” para apoyar al ejército ucraniano junto con Estados Unidos. Forman parte veinticinco países, incluida Bélgica. El objetivo entonces declarado era proporcionar 72 Caesars adicionales para Ucrania en 2024, además de los seis que ya iban a ser entregados. Francia debe hacerse cargo de doce utilizando recursos de su Fondo de Apoyo a Ucrania. Bélgica entró en esta coalición en mayo y se hará cargo de tres.
Los Césares que Bélgica entregará a las fuerzas ucranianas no son las piezas que encargó para su propio ejército. En el marco del plan STAR, Defensa adquirirá un total de 28 cañones de este tipo, cuya entrega está prevista a partir de 2027… y que pretende conservar.
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La llamada guerra de “alta intensidad” en Ucrania ha vuelto a colocar a la artillería en el primer plano de los conflictos. “La masa se convierte en una de las claves del éxito, tanto en número de lanzadores como en tonelaje de proyectiles”, explicó en enero el Ministerio de las Fuerzas Armadas francés.
Además del suministro de piezas de artillería, la coalición tiene el objetivo a corto plazo de suministrar suficiente munición a Ucrania, que en este ámbito tiene un equilibrio de poder muy desfavorable con Rusia. Además de los suministros propios, Bélgica también ha establecido una asociación con la industria para apoyar a Ucrania en este ámbito y se sumó a finales de febrero con 200 millones de euros a la iniciativa checa destinada a proporcionar a Kiev la munición que tanto le falta.
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