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Una ex ejecutiva de una red de salud en una cruzada contra su ex empleador

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Durante su carrera en la red sanitaria, Rachelle Vallée trabajó en varios establecimientos como gerente. En general, a esta mujer que se formó como enfermera le iba bastante bien. Estaba lejos de sospechar que su vida profesional tomaría tal tangente cuando aceptó el puesto de coordinadora de actividades asistenciales en el hospital de Granby en 2017.

“Desde el principio, cuando mi superior vino a verme, me dijo, un poco fuera de turno, que no tendría tiempo para almorzar. Tenía que estar disponible en todo momento para atender llamadas. Pensé que estaba hablando de un período de adaptación. Pero no, rápidamente comprendí que era la realidad”, confió en una entrevista.

El horario del gerente era de 8 am a 4 pm, cinco días a la semana. Su función principal era garantizar la fluidez y accesibilidad de la atención en el establecimiento,

Su lista de cosas por hacer era larga. Más concretamente, supervisó la logística de asignación de camas. Especialmente para pacientes de urgencias así como para aquellos que vienen del servicio de cirugía. Lo mismo ocurre con las personas remitidas a otros establecimientos. También gestionó las camas desbordadas y evaluó los niveles de personal necesarios para el buen funcionamiento de la atención. Rachelle Vallée también fue la especialista en medidas de emergencia en el centro hospitalario. Además, era responsable cuando se rompían equipos o se activaban alarmas. Y la lista continúa.

“El teléfono nunca dejó de sonar. Llegué por la mañana y al cabo de media hora ya me dolía la cabeza. Ningún otro ejecutivo quiso sustituirme para ir a cenar. Pero podrían tomarse un descanso. Me dijeron que podía salir. [de l’hôpital]pero yo seguía siendo responsable y responsable de todo lo que pasó. Fue esclavitud. Para aumentar la frustración, ni siquiera me pagaron [pour l’heure de repas travaillé]“, se lamenta.

Atascado

Rachelle Vallée permaneció en el cargo durante casi seis largos años. Ahora bien, ¿por qué no dejar este trabajo? “Me quedé mucho tiempo porque no podía perder el tiempo cambiando de lugar, de lo contrario perdería toda credibilidad. Entre todo esto, superamos la pandemia. Y como vivo en Shefford, no tenía muchas otras opciones en la región. Estaba estancado”.

A lo largo de los años, Rachelle Vallée dice que ha levantado la bandera roja en numerosas ocasiones, sin éxito. (Stéphane Champagne/La Voix de l’Est)

A lo largo de los años, el ex ejecutivo dice que levantó la bandera roja en numerosas ocasiones, sin éxito. “Nunca hubo una solución. Cada seis meses, el [supérieurs] cambiado a mi alrededor. Entonces terminé de baja por enfermedad. Entonces, pedí una reducción de jornada para prejubilarme. No pude soportarlo más”.

Ronda Premier

En 2021, Rachelle Vallée decidió llevar su caso a arbitraje. En primer lugar, para mejorar sus condiciones de trabajo, pero también para recibir una compensación retroactiva por los cientos de horas no remuneradas por sus pausas para comer trabajadas durante todos estos años. Una primera ronda que, sin embargo, perdió al final de un largo camino que culminó recientemente.

Anne-Marie Chiquette, abogada de APER, asociación que defiende a los directivos de la red de servicios sociales y sanitarios de Quebec, representó al ex director ante el tribunal de arbitraje, presidido por André G. Lavoie.

El fiscal de la APER llamó a declarar a Manon Martin, que ocupaba el cargo de coordinadora de actividades en sustitución de Rachelle Martin y quien corrobora su testimonio, confirmando así que la carga de trabajo no permite una pausa para comer, sin recibir varias llamadas para resolver, Se puede leer en la decisión de Me Lavoie.

Jonathan Rehel, que ocupa el mismo cargo en el Centro Hospitalario Universitario Fleurimont, corroboró ante el tribunal “que nadie puede reemplazarnos y no podemos dejar el busca sobre el escritorio ni pasárselo a otra persona. Estamos en prisión y respondemos si pasa algo”, menciona también el documento.

Un directivo del CHUS Fleurimont trabaja en condiciones similares a las que vivió Rachelle Vallée. (Jean Roy/Archivos La Tribune)

“Para el abogado del empresario, la situación vivida por Rachelle Vallée se explica en parte por el hecho de que muchas de las llamadas a las que responde no deberían atribuirse a ella. Ella dirá que “se autoasignó una carga de trabajo que no le corresponde en aras de la eficiencia. “A este respecto, recuerda que no hay resistencia por parte de la empresa a que Rachelle Vallée haga sus pausas, ya que se la considera una ejecutiva independiente”, menciona el veredicto surgido del “desacuerdo” entre las partes que se remonta a 24 de septiembre de 2021.

Al finalizar su análisis del expediente, el árbitro rechazó la solicitud del demandante. “La denuncia de Rachelle Vallée, tal como está formulada y teniendo en cuenta las disposiciones reglamentarias que la rigen, no tiene fundamento jurídico que permita admitirla”, sentenció.

Sin embargo, el árbitro añade que “al igual que ella, observo la incongruencia que existe entre exigir a un directivo que permanezca disponible durante una pausa, lo que de otro modo es reconocido y aceptado por el empleador, sin que ‘tiene derecho a algún tipo de compensación’.

El CIUSSS de l’Estrie rechazó nuestra solicitud de entrevista alegando la confidencialidad de los expedientes de los empleados.

A lo largo de Estrie

Sin aliento, Rachelle Vallée abandonó definitivamente el barco hace unos meses. La jubilación era su única salida para proteger su salud, afirma. El ex ejecutivo no se rinde y quiere continuar la lucha para hacer valer sus derechos.

Sin embargo, “al menos ocho directivos” que ocupan el mismo puesto que Rachelle Vallée en los hospitales de Estrie se encuentran en la misma situación, destaca Anne-Marie Chiquette, que también los representa.

En otros hospitales de Quebec, las tareas asumidas por los coordinadores de actividades asistenciales en el CIUSSS de l’Estrie se distribuyen entre tres personas, afirma el representante de la APER. “Este es un expediente que venimos siguiendo desde hace ocho años. Los problemas comenzaron justo después de la creación de la CIUSSS [de l’Estrie]. El Ministerio de Sanidad acaba de darse cuenta, en 2024, de que esto no tiene sentido común. […] hay abuso [de l’employeur] e incompetencia. Alguien, en algún lugar, pensó que estas tres posiciones podrían combinarse en una sola”.

A pesar del reciente revés en el arbitraje, Me Chiquette tiene intención de volver a la carga para que se corrija esta “aberración” y que los directivos perjudicados obtengan una compensación económica. “Los marcos están quemados”, argumenta el abogado. Ya no tienen ganas de volver a trabajar en condiciones como esas. El cambio es necesario y rápido”.

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