El mundo de la gastronomía suiza se reunió el lunes en Ascona (TI), donde la guía “Gault&Millau” presentó su edición 2025. Marco Campanella, de 32 años, que trabaja en la localidad tesina y en Arosa (GR), fue nombrado “Cocinero del año”. Titouan Claudet, de 31 años, que trabaja en Ginebra, es el “Pastelero del año”. El francés, natural de Bezançon (F), nos concedió una entrevista tras el anuncio de su victoria.
¿Qué te inspira esta distinción?
Mucha alegría. Mucha felicidad porque es un título muy importante en Suiza. Es una satisfacción personal y también colectiva para las personas que trabajan conmigo.
¿En qué se diferencia tu trabajo del de otros pasteleros?
Existen asociaciones naturales entre la repostería y el arte. Por ejemplo, por la expresión personal de quien lo practica. Creo que al guía le sedujo, además del gusto y la técnica, el aspecto visual de mi propuesta.
¿Eso quiere decir?
Geometría y líneas limpias, por ejemplo. Cuando llegué a Woodward hace tres años, tenía miedo de copiar, de no dominar, así que desarrollé plantillas que se convirtieron en mi firma.
Tienes 31 años. El Chef del Año tiene 32. ¿Cuál es la característica de los profesionales de tu generación?
Nuestra generación ciertamente aporta su cuota de novedad. Pero la diferencia es que con menos frecuencia existen grandes brechas generacionales entre los líderes y los equipos en su conjunto.
Hemos visto surgir una carta compuesta íntegramente de postres. ¿Te gustaría ofrecer una experiencia similar?
Podría ser muy interesante, pero no estoy seguro de que funcione en Ginebra. Se necesitaría una base de población mucho mayor. Los clientes lo considerarían una experiencia única que vale la pena. Para que un establecimiento sea rentable los clientes deben regresar.
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