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Ousmane Sonko pone en peligro la reputación de Senegal como socio fiable y creíble –Por Adama Diop, Canadá

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Acusaciones de malversación de fondos, denuncia de mala gobernanza y cuestionamiento de la gestión de las finanzas públicas: tales discursos podrían comprometer la credibilidad de Senegal ante los socios financieros internacionales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Unión Europea.

En esta Crónica ciudadana, exploraremos en profundidad cómo estas declaraciones afectan la confianza de los socios económicos y ponen en peligro las relaciones diplomáticas y financieras de Senegal.

1. Cifras que desestabilizan las relaciones con el FMI y el Banco Mundial
Al declarar que “las autoridades a las que reemplazamos mintieron al país y a sus socios dando cifras erróneas”, el Primer Ministro cuestiona directamente la fiabilidad de los datos económicos transmitidos a las instituciones financieras internacionales. Según él, la deuda pública real de Senegal es mucho mayor de lo anunciado: 15 billones de francos CFA frente a los 13 billones declarados anteriormente. Esta revelación plantea un grave problema de credibilidad.

Citando al FMI, “los datos precisos y transparentes son esenciales para establecer programas de financiación sostenibles”. De hecho, el FMI utiliza datos confiables para ajustar sus programas de financiamiento. Sin embargo, estas acusaciones arrojan dudas sobre informes económicos anteriores, con el riesgo de provocar una congelación de los fondos actuales o complicar las negociaciones sobre préstamos futuros. En 2021, Senegal se benefició de una línea de crédito ampliada del FMI, un mecanismo vital para estabilizar su economía.

Si estas acusaciones crean un clima de desconfianza, Senegal podría afrontar un aumento de las condiciones impuestas para obtener financiación, o incluso retrasos en la asignación de nuevos recursos financieros.

El riesgo aquí es que las instituciones internacionales exijan una reevaluación completa de la situación financiera del país, hundiendo así a Senegal en un período de auditoría económica que podría retrasar importantes proyectos de desarrollo. El anuncio de un déficit presupuestario “el doble de la tasa anunciada” amplifica esta inestabilidad, creando incertidumbre que puede conducir a un aumento de los costos de endeudamiento de Senegal en los mercados financieros internacionales.

2. Las consecuencias diplomáticas de un ataque directo contra ex dirigentes
Cuando Ousmane Sonko declara que “Moustapha Ba, Amadou Ba, Abdoulaye Daouda Diallo y el Presidente Macky Sall tendrán que dar explicaciones a los senegaleses”, no sólo se involucra en una lucha política interna, sino que también expone a Senegal a repercusiones diplomáticas. Una declaración pública de este tipo contra figuras que han desempeñado un papel importante en las relaciones internacionales podría dañar la reputación de Senegal como socio estable y responsable.

Bajo Macky Sall, Senegal pudo fortalecer sus vínculos con varios socios estratégicos, incluidos Francia, Alemania y la Unión Europea. Estas relaciones a menudo se basan en la continuidad y la confianza diplomáticas. Al atacar la integridad de los antiguos líderes que lideraron estas relaciones, Sonko corre el riesgo de comprometer esta confianza.

Esto podría llevar a una revisión de los acuerdos bilaterales, particularmente en los sectores de educación, seguridad y ayuda al desarrollo. Una situación así no sólo conduciría a una pérdida de apoyo político, sino también a retrasos en la obtención de financiación para proyectos de infraestructura clave, como el Plan Sénégal Émergent (PSE), que ha contado con un importante apoyo internacional.

3. Repercusiones directas sobre los inversores extranjeros

Los inversores extranjeros, en particular los que operan en sectores sensibles como el energético, responden rápidamente a las señales de inestabilidad política y económica. De hecho, según el informe del Observatorio Económico de Senegal (2023), una inestabilidad política prolongada podría provocar una disminución significativa de la inversión extranjera directa. Así, al insistir en la “mala gestión” y denunciar la malversación financiera, Sonko está creando un entorno en el que la confianza de los inversores podría erosionarse.

El FMI señala que “las inversiones extranjeras a menudo se ven afectadas por la percepción de riesgos políticos”. El sector petrolero, por ejemplo, que está en auge en Senegal, podría verse particularmente afectado por esta inestabilidad. Empresas como BP y Kosmos Energy, que han invertido mucho en el país, podrían reconsiderar sus planes de expansión por temor a cambios abruptos en la gobernanza económica.

Además, la declaración sobre “los 2.500 millones de francos CFA gastados bajo el secreto de defensa” acentúa este sentimiento de incertidumbre. Para los inversores, la falta de transparencia a menudo significa mayores riesgos. Esto podría empujarles a diversificar sus inversiones hacia otros países africanos más estables, como Costa de Marfil o Ghana, y privar así a Senegal del capital necesario para su desarrollo económico. La perspectiva de un control más estricto de los contratos firmados bajo el antiguo régimen también podría retrasar la implementación de proyectos ya planificados, impactando el crecimiento del PIB en el mediano plazo.

4. Un discurso que compromete la imagen de Senegal como modelo de estabilidad y fiabilidad

Durante décadas, Senegal se ha destacado como modelo de estabilidad política y económica en África occidental. Este estatus ha permitido al país atraer ayuda internacional, establecer relaciones diplomáticas sólidas y convertirse en un centro regional para varias iniciativas económicas y culturales. Las declaraciones de Ousmane Sonko sobre la mala gobernanza, la corrupción generalizada y la malversación de fondos bajo el antiguo régimen socavan esta imagen de estabilidad y fiabilidad de nuestro país.

Como señala el FMI, “la reputación de un país en materia de gobernanza y transparencia tiene implicaciones directas en su capacidad para atraer financiamiento”. Estas acusaciones, difundidas en la prensa nacional e internacional, corren el riesgo de manchar la reputación de Senegal.

Los socios internacionales podrían considerar que el país es menos confiable, lo que complicaría no sólo futuras negociaciones financieras sino también atraer nuevos inversores extranjeros. Un deterioro de la imagen de Senegal también podría afectar a sectores como el turismo y la cooperación internacional, que dependen en gran medida de la percepción positiva del país en el exterior.

En conclusión, las declaraciones del Primer Ministro, si bien plantean importantes cuestiones sobre la transparencia y la gestión financiera del país, amenazan con dañar la reputación de Senegal en la escena internacional. Al cuestionar la credibilidad de los datos económicos y acusar a ex dirigentes de corrupción, expone al país a una crisis de confianza con sus socios financieros y diplomáticos. Además, estas declaraciones no facilitan la salida de Senegal de la “lista gris”, como recomienda el último informe del FMI, que subraya la importancia de los esfuerzos realizados para fortalecer el clima empresarial y mejorar la confianza económica.

Es imperativo que el gobierno adopte una estrategia más diplomática y cooperativa. En este contexto, la necesidad de un liderazgo que inspire confianza es crucial. La metáfora del conductor del coche, que debe concentrarse en la carretera y no en el espejo retrovisor, ilustra perfectamente la necesidad del Primer Ministro de centrarse en el futuro y dar esperanza a la población senegalesa. Al optar por liderar con una visión positiva y con visión de futuro, el gobierno no sólo podrá mantener sus relaciones económicas vitales, sino también restaurar la confianza de los inversores en un mundo donde las relaciones económicas están cada vez más interconectadas.

Este artículo forma parte de Crónicas ciudadanas de Adama Diop, un espacio de reflexión dedicado al análisis de los desafíos y esperanzas de Senegal. Como ciudadano comprometido, invito a mis lectores a discutir las realidades de nuestro país, mientras propongo vías para un desarrollo más equitativo y sostenible. Juntos, exploremos soluciones concretas para construir un Senegal más fuerte.

Adama Diop
Originario del pueblo de Agnam-Goly y residente en Canadá

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