No aparece en ningún mapa. La isla, apodada “la isla sin nombre”, “la isla misteriosa” o “la pequeña Tahití”, aún no ha recibido un nombre oficial. Apareció en 2009, no lejos del faro de Cordouan, y este banco de arena que emerge de las aguas del estuario de la Gironda es realmente sorprendente. “Actualmente, su superficie es de aproximadamente 45 hectáreas con marea alta y casi 200 hectáreas con marea baja”, declaró el año pasado a “Sud-Ouest” Jean-Marc Thirion, director y ecologista de la asociación Obios.
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Pero, ¿cómo se formó esta isla, que no existía hasta hace unos años? “Este banco de arena surgió en 2009/2010 durante un gran temporal. Y es el resultado de un movimiento permanente de sedimentos en la desembocadura vinculado al oleaje y las corrientes de marea”, explica Julien Mas, responsable del departamento de desarrollo sostenible del Gran Puerto Marítimo de Burdeos (Gironda), a TF1.
Una joya de arena blanca
Esta pequeña joya de arena blanca atrajo inmediatamente la curiosidad de los navegantes aficionados a esta zona, así como de las aves migratorias. La naturaleza ha hecho su trabajo al revelar este trozo de territorio frente a las costas de Royan.
¿Y la gestión? La isla, que no tiene nombre, forma parte del dominio público marítimo natural y pertenece al Estado. Actualmente administrada por el puerto de Burdeos (ya que se encuentra en su circunscripción), la isla podría pasar a depender de otro municipio si continúa su expansión. Según el primer canal, Verdon-sur-Mer ya tiene la mira puesta en ella.
“Es la entrada del estuario de la Gironda, por lo que parece lógico que la isla esté unida al Verdon, ya que Cordouan, la meseta de Cordouan, ya está unida al municipio. Este banco de arena, desde un punto de vista turístico, es un activo para el municipio, porque es un paraíso”, declaró Christine Grass, primera teniente de alcalde de Verdon-sur-Mer encargada de Urbanismo y Turismo.
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