Paul Brunet, presidente del Consejo para la Protección de los Enfermos, critica el juego de “ping pong” entre los servicios de salud en el lamentable caso de Amélie Champagne, quien se quitó la vida en septiembre de 2022.
El Sr. Brunet también lamenta la falta de seguimiento y coordinación en el tratamiento de las enfermedades mentales.
Amélie Champagne, una montrealense de 22 años que padecía la enfermedad de Lyme, se suicidó después de haber sido hospitalizada dos veces por problemas psiquiátricos, incluso en el Hôtel-Dieu del Centro Hospitalario Universitario de Sherbrooke.
Un informe forense contiene 19 recomendaciones, entre ellas la formación de los médicos sobre la enfermedad de Lyme y el tratamiento de pacientes con problemas de salud mental.
“Estoy de acuerdo con las recomendaciones. Por la experiencia que tenemos en el Consejo para la Protección de los Enfermos, sabemos que cuantas más recomendaciones haya, más posibilidades tenemos de llegar al fondo de las causas de los problemas”, explica Brunet.
“Hay mucha gente responsable en este caso. Es triste porque las enfermedades mentales siguen siendo mal tratadas, mal presupuestadas. Han pasado años. Es probablemente el elemento peor tratado, mientras que las situaciones de enfermedades mentales están aumentando. Lo hemos visto en particular desde la cocaína, donde la gente corre a buscar servicios y termina resolviendo sus problemas de una manera trágica, como el que encontró esta señora”.
Hay que mejorar la detección de la enfermedad de Lyme, añade Brunet.
“A veces somos buenos, pero a veces nos cuesta. Lamentablemente, no somos los mejores en muchas áreas”, afirmó.
Escuche la entrevista con Steve Roy y Valérie St-Jean.
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