Vladimir Putin tiene dos hijos secretos a quienes les encanta imitar a los personajes de Disney que él detesta, según reveló una investigación.
Se dice que Ivan Putin y Vladimir Putin Jr., de nueve y cinco años, pasan la mayor parte del tiempo en un escondite fortificado en Valdai, al norte de Moscú.
Su madre es Alina Kabaeva, de 41 años, gimnasta olímpica retirada y amante de muchos años del hombre de 71 años, según una investigación del Dossier Center, fundado por el exiliado ex oligarca y activista de la oposición Mikhail Khodorkovsky.
Se dice que los niños viven una vida lujosa pero aislada en una variedad de residencias presidenciales, donde son cuidados las 24 horas por maestros, niñeras, chefs personales, conductores, entrenadores deportivos y tutores.
Los dos niños también pueden jugar libremente con un gran surtido de sets de Lego, así como con dos ponis, conejos y un perro San Bernardo que son cuidados por agentes del Servicio Federal de Seguridad del Kremlin (FSB).
Beben sólo de sus propias tazas, como su padre, que tiene miedo de ser envenenado, y tienen comidas especiales preparadas para ellos. Comen con el personal durante el desayuno y el mediodía, y luego toman una siesta por la tarde.
Se dice que las visitas de su padre son ocasiones “especiales” para los niños, y se dice que el presidente ruso disfruta especialmente jugando al hockey sobre hielo con el hijo mayor, Iván.
Los equipos en estos partidos están formados íntegramente por agentes del FSB, a excepción de los dos Putin, que siempre juegan en el mismo bando.
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