“Firmaré una serie de decretos históricos. Con estas acciones, comenzamos la restauración completa de Estados Unidos y la revolución del sentido común. » Al ingresar a la Casa Blanca, el 47º presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó 26 decretos, en un gesto simbólico que marcó el inicio de su mandato.
En las últimas semanas, ha prometido firmar un “número récord” de órdenes ejecutivas, varias de las cuales pretenden revertir las de su predecesor, Joe Biden. ¿Cómo redefinirán estas decisiones la política estadounidense? Radio-Canadá le ofrece una lista exhaustiva y actualizada diariamente de todos estos decretos, clasificados por temas.
¿Qué es un decreto presidencial?
Esta es una decisión que el Presidente de los Estados Unidos puede tomar solo, sin la aprobación del Congreso. Se aplica durante su mandato a menos que el Congreso apruebe una ley para revocar la orden ejecutiva. Los tribunales también pueden confirmar que estas órdenes ejecutivas continúen más allá del mandato actual, o revocarlas si determinan que el presidente se ha excedido en sus poderes constitucionales.
Además de las órdenes ejecutivas, un presidente puede emitir memorandos y proclamaciones. El día que asumió el cargo, Donald Trump firmó un total de más de 200 “medidas presidenciales”, según una publicación de la Casa Blanca en X.
Estos incluyen la proclama presidencial, una declaración oficial del presidente que puede ser simbólica o tener efectos legales inmediatos. Por ejemplo, Donald Trump declaró el estado de emergencia en la frontera sur, lo que le permitió desplegar el ejército y continuar con la construcción del muro fronterizo. También concedió amnistía a los alborotadores del Capitolio y ordenó su liberación inmediata y la retirada de los cargos en curso.
Otra herramienta a su disposición son los memorandos presidenciales, que son una directiva para las agencias federales. Así fue como Donald Trump congeló las contrataciones e impuso el fin del teletrabajo en el servicio público, suspendió todos los nuevos permisos de producción eólica marina y rechazó el acuerdo fiscal global de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).