La escena tiene lugar el 20 de enero de 2025 en el Capital One Arena de Washington. Elon Musk, el jefe de SpaceX y Tesla, sube al escenario durante la reunión de celebración de la toma de posesión de Donald Trump. Después de un discurso entusiasta agradeciendo a la multitud por la victoria del nuevo presidente, el multimillonario hizo un gesto que inmediatamente desató una tormenta mediática:se golpea el pecho izquierdo con la mano derecha antes de extender el brazo con la palma abierta.. Un gesto que repite por segunda vez, volviéndose hacia la asamblea.
En pocas horas, las imágenes dieron la vuelta al mundo. Las redes sociales están en llamas, los expertos se oponen y Elon Musk se encuentra en el centro de una nueva controversia que va mucho más allá de las fronteras estadounidenses.
Un gesto que divide a historiadores y organizaciones judías
Claire Aubin, historiadora especializada en el nazismo en Estados Unidos, no duda en calificar el gesto como “ Sieg-Heil “. Su análisis es compartido por Ruth Ben-Ghiat, experta en fascismo, que va más allá al enfatizar el carácter “ agresivo » de la salvación. Para estos especialistas, el contexto político refuerza sus preocupaciones. Elon Musk ha aumentado recientemente sus declaraciones de apoyo a los partidos europeos de extrema derecha, en particular al AfD en Alemania.
Sin embargo, la ADL, una organización que lucha contra el antisemitismo, adopta una posición radicalmente diferente. En un mensaje publicado en X, defiende al multimillonario hablando de un “ gesto torpe en un momento de entusiasmo “. Esta posición provoca la indignación de varias personalidades, incluida la demócrata electa Alexandria Ocasio-Cortez, que acusa a la organización de defender una “ saludo a Heil Hitler ».
Entre la provocación deliberada y la incomodidad social
El debate se intensifica cuando el historiador Aaron Astor arroja una luz diferente. Recuerda el síndrome de Asperger de Elon Musk, anunciado públicamente en 2021, e interpreta el gesto como « una señal socialmente incómoda con la mano de un hombre autista donde le dice a la multitud “mi corazón está con ustedes” ».
Este análisis es parcialmente respaldado por Brandon Galambos, pastor presente en la sala. Para él, el gesto se trataba más de “ humor “te veo” sarcasmo ”, características que atribuye a la personalidad del multimillonario.
El propio Elon Musk reaccionó rápidamente a X, calificando las acusaciones de “ golpe retorcido » y denunciando un “ El ataque “todo el mundo es Hitler” es tan anticuado “. Su defensa no impide que los medios internacionales retomen el tema. El diario israelí Haaretz y el británico The Guardian evocan un saludo “ fascista ”, mientras la prensa alemana está dividida. El conservador Das Bild habla de un “ gesto extraño “, cuando Die Zeit titula en un ” Movimiento de saludo hitleriano ».
Amy Spitalnick, directora de la organización judía JCPA, sitúa el incidente en un contexto más amplio. Destaca que este gesto es parte de “ a raíz de su apoyo explícito a las políticas y partidos de extrema derecha “. Un análisis compartido por David Bensoussan, ex presidente de la Comunidad Sefardí Unificada de Quebec, que recuerda las recientes posiciones políticas del multimillonario.
¿No sería ésta una acción más del hombre más rico del planeta con el objetivo de volver a ponerse en el foco mediático, lo que, evidentemente, aquí funciona?
La controversia pone de relieve la creciente polarización de la sociedad estadounidense, donde cada gesto puede desencadenar interpretaciones radicalmente opuestas.
- Elon Musk hace un gesto polémico durante la reunión de Trump en Washington
- Los expertos dividen entre interpretación fascista y torpeza vinculada al autismo
- El incidente es parte de un debate más amplio sobre las posiciones políticas del multimillonario.
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