Un gran número de africanos se han unido a las filas rusas desde el inicio de la invasión de Ucrania en febrero de 2022. Mientras que algunos han tomado voluntariamente el uniforme a través de empresas privadas bajo contrato con el Kremlin, otros denuncian engaños tras haber sido atraídos por falsas promesas. Uno de ellos, un camerunés que estaba pensando en venir a trabajar a Rusia, quiso testificar para concienciar sobre un “ trata de personas ».
« Mañana quieren que emprendamos una misión suicida. Voy a bajar el arma para no ir allí. Probablemente me torturarán y me enviarán a prisión, pero prefiero salvar mi vida. » A mediados de diciembre, en uno de sus últimos mensajes, “Samuel” (el nombre ha sido cambiado) revela su hartazgo.
Unas semanas antes, cuando establecimos contacto, se encontraba en la enfermería del campo de su unidad, en una región del este de Ucrania que no especificaremos, por motivos de seguridad. Una lesión adicional para alguien que acababa de curar una grave herida en el brazo en un hospital militar, tras un ataque con drones.
Pero Samuel nos advierte: “ Aquí, en cuanto podemos caminar, nos mandan al frente. Y los africanos en primera línea. Los rusos se quedan en el campo, envían a los negros y a los internacionales por delante para ocupar y avanzar. Pero por cada ganancia hay un costo, en particular las minas, que nos diezman. »
« Un viaje al valle de la sombra y la muerte. »
Contactado por RFI, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Camerún aún no ha respondido a nuestras solicitudes de detalles.
¿Cuántos se encuentran en su situación, atraídos por falsas promesas?
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