El gigante americano AGCO fue noticia el pasado otoño al anunciar la eliminación de 126 puestos en Francia, de los cuales 103 en su fábrica de Beauvais (Oise). El 7 de enero, el fabricante de tractores de las marcas Massey-Ferguson y Fendt, en particular, levantó el velo sobre un proyecto de inversión: la construcción en Amnéville, en Mosela, de un nuevo centro europeo de distribución de repuestos.
El grupo, que cuenta con más de 25.000 empleados, 1.800 de ellos en Francia, prevé inyectar 87 millones de euros para la construcción de una plataforma en un terreno industrial de 20 hectáreas. El nuevo edificio prestará servicio a unos 30 países de Europa y Oriente Medio y, al mismo tiempo, servirá como depósito principal para el suministro de piezas a Norteamérica, Sudamérica y Asia-Pacífico desde Europa. El centro logístico, que estará operativo a finales de 2026, tendrá una superficie de 84.000 m² y reunirá los seis sitios históricos del grupo situados a 12 kilómetros de distancia, en Ennery (Mosela). Las actividades repartidas actualmente en 160.000 m² de instalaciones emplean actualmente a 440 personas.
Temores por el futuro de los empleados
Philippe Gehl, responsable de la plataforma Ennery, cree que el nuevo establecimiento ganará en eficiencia, con “la capacidad de gestionar más de 5 millones de líneas de pedidos al año, lo que garantiza entregas de piezas urgentes para servir mejor a nuestros distribuidores y, sobre todo, maximizar la disponibilidad de sus máquinas para los agricultores.“. El plan de inversiones no impide que los empleados de Moselle se preocupen por su futuro, indica un representante sindical que pide el anonimato. La versión francesa del plan global de reducción de empleos de AGCO prevería, de hecho, 12 recortes de empleos en Ennery.
