Cuna de buenas tiendas de patatas fritas, la provincia de Luxemburgo se alegra de ver a la clientela granducal recorrer un largo camino para probar el oro dorado de los belgas.
Las clasificaciones no son una ciencia exacta, pero suelen reflejar gran parte de la realidad. El establecido por les-friteries.com permite a los clientes valorar sus establecimientos favoritos sobre uno de los platos más emblemáticos del Reino: las patatas fritas. Y la provincia de Luxemburgo tiene una valoración tremenda, con 6 marcas en el Top 10, dos de las cuales se encuentran justo al otro lado de la frontera: “Friterie Dewit” en Athus (6mi) y “Chez Bryan” en Aubange (2mi).
Si no se tiene en cuenta a Flandes, Bruselas forma parte del juego que divierte a Bryan Belacca, el jefe de “Chez Bryan”. “Es un barómetro interesante, pero prefiero recordar nuestro segundo puesto en el Campeonato del Mundo que tuvo lugar el pasado mes de noviembre en Arras. El jurado todavía estaba compuesto por personalidades del mundo culinario como Mercotte y François-Régis Gaudy.“
Derrotado por los suecos, Bryan planea regresar para hacerlo aún mejor. Mientras tanto, mide el impacto de esta reconocida labor al ver que su establecimiento de la calle de Messancy está agotado para el almuerzo y la cena. “tuve que contratar personal incluso si nunca nos sentimos abrumados por los acontecimientos. A veces se forman colas, pero la gente elogia la fluidez del servicio. Tendremos que pensar en expandirnos un poco más.“
Viene de todas partes en Bryan. Incluido el Gran Ducado. “Más del 30% de los clientes cruzan la frontera.“De Rodange a Mersch pasando por Bascharage, el jefe reconoció rápidamente a sus fieles clientes. “En Luxemburgo no hay muchas tiendas de patatas fritas. Quizás por el precio se pueda pedir una fritura, es decir, 3,5 euros, lo que no necesariamente se corresponde con los estándares locales.“
La hamburguesa Orval destacada
Probablemente este no sea el primer argumento que la tienda de chips de Aubange ha esgrimido para justificar su éxito en los últimos siete años. En primer lugar está la calidad del producto, la relación con los clientes y un cuestionamiento constante que no permite al jefe dormirse en los laureles. “No es raro que el día de nuestro cierre, El lunes paso unas horas probando cosas nuevas.“
Entre los imprescindibles del menú, el hamburguesa de orval gana el premio. Elaborado con carne Black Angus, queso de la abadía vecina y una loncha de buen tocino, se roba el espectáculo a todos. La hamburguesa de cordero está en proyecto.
“Debemos asegurarnos de ofrecer regularmente cosas nuevas para estar a la altura de nuestra reputación y hacer que los clientes quieran volver. Pero me gustaría señalar que este es el trabajo de todo un equipo”.puntualiza Bryan que no nos dará la receta de su éxito, confirmando de paso que el doble cocción en grasa de res sigue siendo la base para magnificar la patata.
¡Es un buen comienzo!
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