Durante la primera edición del Top 50, nada menos que doce figuras políticas estaban entre los favoritos de los franceses. Desde François Mitterrand, 3º, hasta Georges Marchais, 47º, pasando por Raymond Barre, Jack Lang o François Léotard, nuestros dirigentes populares eran tan adorados como Bébel, Delon y Platini. Treinta y seis años después, sólo Jordan Bardella, décimo, y Marine Le Pen, undécimo, pasan la rampa. Hay que bajar al puesto 83 (Gérald Darmanin) para encontrar el grueso del pelotón que ocupa los últimos diecisiete puestos en el ranking de las cien personalidades sujetas al criterio de los franceses.
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La sorpresa en el ranking de políticos proviene de la aparición de Philippe de Villiers en el tercer lugar del podio, detrás de Bardella (1) y Le Pen (2). Retirado de la política activa desde 2009, el residente en Vendée, superviviente de los años Mitterrand-Chirac, ocupa un lugar especial en la opinión pública. Como lo demuestra su último trabajo. Memoricidio (ed. Fayard) que vendió 200.000 copias. Seguidos en las filas 4 y 5 están los dos “ganadores” del año, Bruno Retailleau, casi desconocido hace unos meses, y François Ruffin, que consigue imponer su singularidad en la izquierda, muy por delante de Jean-Luc Mélenchon. A diferencia de Raphaël Glucksmann, que entra pisándole los talones al líder de Insoumis.
La RN no sólo es vista políticamente como una alternativa, sino que sus principales encarnaciones inspiran simpatía.
Pero lo más significativo, además de los dos primeros lugares que ocupan los líderes de la RN, es la brecha que van ampliando con el resto del pelotón. Philippe de Villiers está a más de 10 puntos de Marine Le Pen. Para Frédéric Dabi, director del Ifop, su actuación restablece un dominio del panorama político que el Frente Republicano borró en la segunda vuelta de las elecciones legislativas: “Ocho millones de votos en las elecciones europeas, once millones en la primera vuelta de las legislativas, las victorias electorales de la Agrupación Nacional no se han borrado, estructuran profundamente la opinión, como lo revelan los lugares de Bardella y Le Pen en la cima 50 »
La RN no sólo es vista políticamente como una alternativa, un camino constante pero nunca probado por los franceses, sino que sus principales encarnaciones inspiran simpatía y apego incluso hacia Marine Le Pen, cuyas recientes decepciones legales “sin duda influyó en el grado de apoyo mostrado en el barómetro”descifra Dabi. Permanentemente dañada por el debate de la segunda vuelta de 2017 sobre su estatura presidencial, Marine Le Pen parece haber restaurado completamente su imagen y ser capaz de tranquilizar a los franceses, de protegerlos. “Esto representa ahora para muchos franceses una esperanza de cambio”concluye Dabi.
Por el contrario, el bando presidencial está perdiendo terreno. Emmanuel Macron pierde ocho puestos en la clasificación (71), Attal cae al 73 (-16) y Édouard Philippe no se salva, 74 (-8). Sólo Gérald Darmanin es una excepción, pasando del puesto 89 al 83 respecto al año pasado. Finalmente, Jean-Luc Mélenchon, 75º, puede consolarse (un poco) diciendo que está progresando de un año a otro (+13). Pero por delante de Marine Le Pen por 64 puestos, no estoy seguro de poder concluir a partir de este año 2024 que sería el favorito en una segunda vuelta cara a cara de las elecciones presidenciales frente a las que planeaba afrontar en 2027 o antes si surge la oportunidad.