Par
Laura Goyer
Publicado el
24 de diciembre 2024 a las 14:05
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Marlène Warck es terapeuta de danza. Una vez al mes, los jueves a las 11 de la mañana, va almihpad misilienen Quimper (Finisterre). Durante una hora, con una decena de residentes, baila, canta o toca instrumentos. “El punto es hacer que trabajen en memoriaenséñales a vivir el momento presente bailando y cantando de forma espontánea”, describe.
Así es como se ve:
Una mezcla de sus dos pasiones: la danza y el cuidado.
Durante más de veinte años, Marlène Warck fue enfermero en el sur de Finisterre. De 2007 a 2009, realizó una DU en danzaterapia en París. Al mismo tiempo, aprendió el método deexpresión primitiva de Francia Schott-Billmann.
“Es una técnica basada en el ritmo. Trabajando el ritmo orgánico con pulsaciones o respiración, recreamos la atmósfera de un bebé en el vientre de su madre. Por eso realmente seguimos los principios del desarrollo infantil”.
Ahora combina sus dos pasiones: el cuidado y la danza. “Durante mucho tiempo aproveché mi formación en el hospital o con inmigrantes en Quimper”, recuerda Marlène Warck.
Después de dejar su trabajo como enfermera en 2023, comenzó a trabajar como danza terapeuta en centros de ociodel hospitalesdel institutos de educación médica y midisco duro.
Efectos en la vida diaria
Desde septiembre de 2023 trabaja en la residencia de ancianos de Missilien. Y los empleados notan una diferencia entre los residentes:
“A largo plazo, vemos los efectos a diario: apaciguamiento, relajación, autoestima. Recuperan la confianza y aprenden a dejarse llevar a través de la música, la danza y la expresión corporal”.
El terapeuta de baile incluso nota cambios durante una sesión:
“Claude, por ejemplo, llegó muy cerrado, con la mirada fija. Luego se abrió y al final salió sonriendo. Entonces vemos que tiene un impacto concreto en su bienestar”.
Y los vecinos salen encantados de esta sesión. “Se siente bien”, dice Josette. Para Martine todo fue un poco más complicado: “Había olvidado muchas cosas”. ¿Y Marie-Annick? “Me encantaba tocar el instrumento”. Pero el más expresivo de todos es Pascal, que exclama: “Gracias Marlène”.
Información práctica.Contacto: Taller de raíces para alitas, tel. 06 95 90 41 08.
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