Conocen bien a personas en circunstancias muy precarias y se turnan cada noche para ofrecerles una comida caliente. Y si Saint-Vincent-de-Paul fue retenido en otros lugares, las otras cuatro asociaciones de Vannes (Morbihan) – la Cruz Roja, Queremos el sol, la Orden de Malta y la asociación familiar protestante – echaron dinero para ofrecer, el domingo de diciembre. 22 de enero de 2024, una comida para estos hombres y mujeres que viven en la calle. Una gran novedad.
En Ménimur, en la sala Henri-Matisse, puesta a disposición gratuitamente por el ayuntamiento, se instalaron mesas para las cuarenta personas sin hogar que acudieron. “Estas son personas que conocemos durante los saqueos, durante los cuales distribuimos entre 70 y 80 comidas”. precisa Rozenn Chapelain, secretaria de la asociación Queremos el sol.
Un menú de fiesta
Pastel de salmón, suprema de pavo con colmenillas, tronco congelado: las manitas han elaborado un menú festivo, servido en el plato. La comida estuvo a cargo de Hocine Hadjali, que acudió con su guitarra para interpretar sus propias composiciones, francesas, bereberes y cabilas, y el ventrílocuo Franck, acompañado de su títere el mono Momo y sus “payasos”.
“Cuando nos unimos, somos más fuertes” subraya un voluntario de la Cruz Roja. Así lo confirma Guillaume de Pampelonne, delegado departamental de la Orden de Malta, indicando que está “solo ahí para apoyar, para ayudar, porque reactivamos la rama solidaria desde marzo de 2024”.
Una hermosa comunión entre las diferentes asociaciones en beneficio de los más precarios, de la que los voluntarios pueden estar orgullosos.