“Francia se está preparando para apoyar a los sirios en el largo plazo”. El enviado especial para Siria, Jean-François Guillaume, llegó el martes a Damasco con el objetivo de establecer contactos con los nuevos amos del país, poco más de una semana después de la caída del régimen de Assad. Estamos “también en un marco de contacto con las autoridades de facto”, afirmó, expresando la esperanza de que “el período de transición” sea “pacífico”.
Los miembros de las fuerzas de seguridad francesas entraron en el edificio de la embajada a través de la cocina y rompieron el candado de la puerta principal desde el interior, constató un camarógrafo de la AFP. A continuación se izó la bandera francesa en el edificio. Preguntado sobre la fecha de reapertura de la embajada, Jean-François Guillaume indicó que no podía hacer comentarios “hasta que se cumplan los criterios de seguridad”.
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La embajada de Francia en Siria cerró el 6 de marzo de 2012, por decisión del presidente Nicolas Sarkozy, para protestar contra la violenta represión por parte del poder de Bashar al-Assad del levantamiento popular pacífico. Luego protegió a informantes y empleados de la embajada, quemó o se llevó toneladas de archivos y destruyó computadoras con un hacha. El último guardia arrió la bandera francesa, la dobló y cerró la embajada desde el interior antes de saltar el muro, según un periodista de la AFP que se encontraba en el lugar.
Inicialmente cautelosas, las cancillerías occidentales han tomado medidas para establecer contacto con la nueva potencia islamista en Siria desde la caída de Bashar al-Assad el 8 de diciembre.
La Unión Europea anunció el envío de un representante a Damasco, Londres también envió allí una delegación oficial y los diplomáticos alemanes mantendrán las primeras conversaciones el martes con representantes del gobierno de transición, según informó el Ministerio de Asuntos Exteriores alemán.
