Situada en una antigua mansión privada, en el corazón de Fontainebleau, la Maison du Bien Vieillir acoge desde hace varios años a personas mayores para pasar el día, para algunos, o como alojamiento para otros.
Laurence Régnier creó este lugar. Al principio acompañó a sus padres durante muchos años durante su enfermedad. Luego quiso proponer una solución que permitiera a las personas mayores envejecer mejor manteniendo la máxima autonomía.
“Cada día organizamos cuatro o cinco actividades multicomplementarias combinando práctica física y estimulación cognitiva. Nuestra acción previene el aislamiento, la ansiedad y por tanto la pérdida de autonomía. La práctica regular de talleres, la preparación de comidas, la recepción de ponentes externos y de personas mayores, la toma de iniciativa en las acciones de la vida diaria enriquecen diariamente el ambiente de vida y las relaciones sociales de cada uno de los mayores. ¡Esta estimulación creó una dinámica que facilitó el progreso y el deseo de envejecer bien! » explica el fundador.
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