“Buscamos en vano qué acto atribuido a la recurrente habría obstaculizado gravemente la intervención de la policía, como parecen haber sostenido los jueces anteriores”, se sorprende el Tribunal Federal, que constata “que ella no impidió ni obstaculizó el paso de los agentes de policía, ni obstaculizar de cualquier otra forma los actos oficiales que debían realizar”. Ella no opuso resistencia y, en caso de necesidad, podrían haberla acusado de negarse a cumplir, pero no de haber impedido a la policía hacer su trabajo.
Los jueces cantonales de Vaud habían estimado que el activista “había complicado intencionadamente la tarea de la policía añadiendo una detención adicional a todas las que la policía ya estaba realizando”. Pero para el Tribunal Federal, el hecho de que ella fuera añadida al grupo de zadistas después del inicio de las evacuaciones “no cambia nada” en esencia.
El caso de Howey Ou fue tratado por separado del de los activistas que ya estaban presentes en la ZAD cuando comenzaron las evacuaciones. También están involucrados en una batalla legal. Se negaron a revelar su identidad y fueron condenados. La justicia de Vaud había rechazado su oposición, que según ella sólo podía hacerse siendo identificado. Sin embargo, el Tribunal Federal también había desautorizado a la justicia de Vaudois. El año pasado anuló la condena de los zadistas y devolvió el caso al nivel cantonal para una nueva decisión.
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