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Descrito como uno de los narcotraficantes más poderosos de Europa, el belga Othman El Ballouti fue detenido en los Emiratos Árabes Unidos. Se ocultaba allí desde 2015, mientras mantenía el control del puerto flamenco, un centro de cocaína. Bruselas está ahora a la espera de su extradición.
¿Vio entrar corriendo un comando de la policía emiratí mientras miraba la televisión, copa de vino en mano, como Ridouan Taghi, el jefe derrocado de la Mocro Maffia, a finales de 2019? ¿O lo esposaron y lo metieron en un antiestético traje de baño, como el padrino italiano Raffaele Imperiale, otro incómodo residente de Dubai, dos años después? Aún no se han filtrado detalles. Una certeza: aquí le llega el turno a Othman El Ballouti, calificado desde hace una década como el narcotraficante belga más poderoso en el exilio. El verdadero dueño, a pesar de la distancia, del puerto de Amberes. Nada anecdótico: la ciudad flamenca es el eje por el que transita, junto con su gemela Róterdam, casi la mitad de la cocaína que abastece a todo el Viejo Continente.
El lunes 9 de noviembre, la policía de Dubai distribuyó a la prensa la primera fotografía de El Ballouti en mucho tiempo, muy lejos de esta antigua fotografía en blanco y negro de un joven de mirada dura y sienes afeitadas que tuvo que contentarse con los tabloides belgas. hasta entonces. Ahí está, a sus 38 años, canoso, con la barbilla alta y una gordura evidente bajo una camiseta.
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