Después de dos días a la deriva, una barcaza de 122 metros de largo encalló en una playa de Sotteville-sur-Mer, en Sena Marítimo. Es necesario establecer un plan de rescate, pero las malas condiciones climáticas dificultan la operación.
La tormenta de Darragh sigue siendo igual de formidable. Este domingo, una barcaza de más de 120 metros de eslora encalló en una playa de Sotteville-sur-Mer (Sena Marítimo) tras hundirse en el Canal de la Mancha bajo el efecto de los violentos vientos de la tormenta Darragh, supo la AFP a la prefectura marítima. para el Canal de la Mancha y el Mar del Norte. Según su portavoz, no se han registrado víctimas y “no existe ningún riesgo demostrado de contaminación”.
En un comunicado, la prefectura de Sena Marítimo explicó que la barcaza AMT Challenger “se desprendió del remolcador Boka Glacier que enarbola bandera maltesa en el Canal de la Mancha, en aguas británicas” este viernes. Este último llegó a aguas francesas al día siguiente hacia las 23 horas.
“El remolcador belga Princess y el remolcador francés Abeille Horizon acompañaron la barcaza vacía de contenedores y su remolcador para intentar ayudarles”, continuó la prefectura de Sena Marítimo.
Los intentos de colgar el barco o fondearlo en el mar, llevados a cabo por la prefectura marítima y el Centro Regional de Vigilancia Operativa y Salvamento (CROSS) de Gris-Nez, fracasaron debido a las muy malas condiciones meteorológicas, subraya el comunicado de prensa.
El armador en el lugar
La estructura, desprovista de hélice, no tenía tripulación, pero “se habían subido a bordo equipos de intervención” para intentar recuperar el control, indicó la prefectura marítima.
Este último, que mide 122 metros de largo y más de 36 metros de ancho según los sitios de información marítima, “chocó contra un banco de arena, a unos 300 metros de los acantilados” de Sotteville-sur-Mer.
Un representante del propietario del remolcador maltés que perdió la barcaza llegó al lugar para trabajar en el desarrollo de un plan de rescate. Pero “la operación consistente en reconectar la gabarra a su remolcador sólo podrá llevarse a cabo cuando se observen condiciones climáticas más favorables, lo que no ocurre actualmente”.
Mientras tanto, el barco permanece bajo estrecha vigilancia por radar por parte de tres remolcadores que permanecen en la zona.