200 cuadernos apilados, es decir, poco más de dos metros de documentos, conservados en los archivos departamentales de las Landas. Los cuadernos de quejas, o “cahiers de propuestas ciudadanas”, creados durante el “Gran debate nacional” de Emmanuel Macron, permanecen allí desde hace cinco años. Inspirándose en los trabajos realizados en Gironda y Corrèze, el Consejo Departamental de las Landas decidió iniciar una colaboración con un laboratorio científico del IEP de Burdeos para analizar el contenido de estos 200 cuadernos, procedentes de 200 municipios landeses.
“Comprender mejor los males que padece nuestra sociedad”
“Es nuestra responsabilidad aprovecharlo” cree el presidente Xavier Fortinon, que lamenta que el presidente de la República, Emmanuel Macron, que sin embargo había puesto en marcha estas colectas, terminara “enterrar de forma relativamente permanente”. “Es romper su palabra, no cavar, continúa Xavier Fortinon. No conozco el contenido ni el material, así que no puedo decirles hoy qué haremos con él. Pero las palabras de los ciudadanos y sus propuestas permiten comprender mejor los males que padece nuestra sociedad. Por qué, a veces, los movimientos de protesta terminan, en las urnas, con un deseo de llegar a los extremos. Particularmente en nuestros territorios rurales”.
Cuadernos más o menos completos
Desde 2019, estos 200 cuadernos se encuentran almacenados en una sala de archivos departamentales. Son más o menos completos, a veces contienen textos largos o palabras clave simples, están firmados o no. Algunas, como las de Aurice, Rivière-Saas-et-Gourby o Tosse, están francamente vacías. Nadie contribuyó a ello. Otros, por ejemplo los de Peyrehorade, Saint-Julien-en-Born o Saint-Sever, sólo podrán ser consultados por el público en general a partir del año 2070, en nombre de la protección de la privacidad; estos son aquellos donde aparecen el nombre y apellido de los contribuyentes. Por otro lado, los que son anónimos pueden ser consultados por cualquier ciudadano, en los archivos departamentales. Para leerlos basta con presentar su documento de identidad. Algunos ya lo han hecho, asegura el responsable de la sala de lectura: un residente curioso, algunos estudiantes… hasta la fecha no hay cargos electos ni líderes políticos.
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