Para salvar su pellejo, Michel Barnier acepta vender su alma a la extrema derecha. Desde que anunció su deseo de exigir responsabilidades al Gobierno aplicando el artículo 49.3 de la Constitución para aprobar tanto el presupuesto del Estado como el de la Seguridad Social, el Primer Ministro se ha quedado sin fuelle.
Pisándole los talones, todas las fuerzas del NFP amenazaron con censurarlo, indignadas por el carácter austero de los dos textos y por la elusión del Parlamento. “¡Necesitamos una censura rápida!” truena Ian Brossat, senador comunista y portavoz del PCF. Este gobierno no tiene legitimidad para aplicar esta política. Debemos proteger a los franceses de este gobierno enloquecido. » “El Primer Ministro preferiría caer antes que discutir. ¡No lo salvaremos! »promete Cyrielle Chatelain, presidenta del grupo Ecologista y Social en la Asamblea Nacional.
Es hacia la Asamblea Nacional hacia donde el gobierno decidió dirigirse este jueves para darle nueva vida, ofreciéndole un lote de “victorias”como afirma Jordan Bardella. Reducción de la asistencia cubierta por la ayuda médica estatal (AME) a los inmigrantes indocumentados, suspensión del aumento previsto de la electricidad, reflexión sobre la proporcionalidad… Para el gobierno, todo está bien para evitar la caída prometida.
“Michel Barnier añade deshonra a la debilidad”
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