Acuerdo Mercosur-UE: una oportunidad estratégica para Bélgica y Brasil

Acuerdo Mercosur-UE: una oportunidad estratégica para Bélgica y Brasil
Acuerdo Mercosur-UE: una oportunidad estratégica para Bélgica y Brasil
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ll debate público en torno a las negociaciones para un acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea está movilizando a varios sectores de la sociedad, dado que las dos regiones tienen una población de alrededor de 750 millones y que el acuerdo tiene el potencial de elevar el comercio entre las partes a un nivel nivel sin precedentes. Brasil respeta la oposición democrática de ciertos sectores al acuerdo. Esta posición, sin embargo, no puede justificar una campaña pública basada en la difusión generalizada de desinformación contra los productos de Brasil, un socio comercial tradicional de la Unión Europea y Bélgica. Mi objetivo con este artículo es aclarar ciertos aspectos del acuerdo y contribuir a una discusión informada sobre el tema.

Recientemente se han propagado afirmaciones falsas de que el acuerdo provocaría un “desbordamiento de carne del Mercosur al mercado europeo” y, por tanto, al mercado belga y que los productos “no cumplen con los requisitos y estándares de la Unión Europea del Mercosur”. ”, que representa “competencia desleal”. En primer lugar, es importante conocer el tamaño del comercio de carne entre nuestras regiones. Las concesiones al Mercosur representan un porcentaje muy pequeño del consumo europeo, lo que de ninguna manera puede considerarse como un riesgo de “invasión” de productos sudamericanos.

En cuanto a la carne de ave, en los últimos días se ha producido una auténtica campaña de desinformación en torno a los resultados de una reciente auditoría de la UE que evalúa los controles en Brasil de la influenza aviar altamente patógena (IAAP), comúnmente llamada “gripe aviar”. Cabe recordar que las conclusiones generales de la auditoría de la DG Salud de la Comisión Europea indican que “el sistema (brasileño) implementado ofrece garantías suficientes de que los productos susceptibles de ser exportados a la UE cumplen con la mayoría de los requisitos aplicables a importaciones. En cuanto a las recomendaciones de la auditoría, cabe señalar que la DG Salud consideró “satisfactorias” todas las respuestas de las autoridades brasileñas.

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Los controles y las investigaciones de casos de gripe aviar son completamente públicos y pueden ser verificados por cualquier persona en la página del Ministerio de Agricultura de Brasil. Los productores brasileños respetan y soportan los costos de las restricciones comerciales y el sacrificio en caso de enfermedad. Si Brasil se enfrentara a un episodio de IAAP en sus establecimientos comerciales, tomaríamos, al igual que los europeos, todas las medidas necesarias, incluido el sacrificio, de acuerdo con nuestras leyes y estándares internacionales. Informaremos a las partes pertinentes y cooperaremos con nuestros socios y organizaciones internacionales (como la Organización Mundial de Sanidad Animal – WHOA). Esto es precisamente lo que Brasil hizo recientemente durante un reciente brote de enfermedad de Newcastle (también presente en la UE), que fue notificado inmediatamente a la WHOA y provocó el sacrificio de 7.000 aves. Este episodio ya está cerrado. Por tanto, no tiene sentido hablar de competencia desleal, ya que los agricultores brasileños están sujetos a normas muy estrictas, que son obligatorias, al igual que los agricultores europeos.

Un sistema de vigilancia ejemplar

En resumen, Brasil tiene un sistema ejemplar de vigilancia y cooperación en salud animal, reconocido por nuestros socios. Esto explica por qué somos el principal exportador mundial de carne de ave, reconocida por su alta calidad y que cumple con los más altos estándares sanitarios. No olvidemos tampoco que además de exportar carne de ave a otros países, el producto es ampliamente consumido y apreciado en Brasil, un mercado con más de 210 millones de consumidores, cuya salud es una prioridad para las autoridades brasileñas.

El acuerdo comercial entre Mercosur y la Unión Europea no compromete los altos estándares de producción y seguridad sanitaria adoptados en ambas regiones. Brasil se enorgullece de ser, desde hace décadas, un proveedor seguro de proteínas animales para el mercado europeo, así como de su capacidad para cumplir plenamente con los requisitos y controles sanitarios de más de 160 países, incluidos los rigurosos controles de la Unión Europea.

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Además, cabe señalar que los productores brasileños están sujetos a estándares de sostenibilidad y producción que suelen ser más estrictos que los de la UE. Nuestro Código Forestal reserva entre el 20 y el 80% de la superficie total de las propiedades rurales para la preservación de la vegetación autóctona (el 80% en todo el bioma amazónico), cifras sin equivalente en la normativa medioambiental europea.

Valor añadido estratégico

Es importante subrayar el carácter estratégico de una asociación entre el Mercosur y la Unión Europea, dos regiones que comparten valores importantes y que tienen una fuerte afinidad cultural. En un contexto de rápidas transformaciones en el panorama geopolítico global, el acuerdo permitirá a las dos regiones no sólo diversificar sus mercados de consumo, sino también ampliar la gama de sus proveedores. Tanto el Mercosur como los países de la Unión Europea se beneficiarán de este acuerdo, que abre nuevas oportunidades para la comunidad empresarial en muchos sectores económicos, beneficiando en última instancia a las poblaciones de ambos continentes.

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Brasil concede gran importancia a la misión económica belga que se encuentra de visita en el país, encabezada por la princesa Astrid. Con más de 400 miembros, representa una diversidad de sectores importantes para nuestra cooperación bilateral: agricultura sostenible, bioeconomía industrial, desarrollo portuario, comercio sostenible de alimentos y bebidas, transición energética, clima y salud, entre otros.

Esta visita se produce en un momento propicio para dar mayor significado y profundidad a las relaciones económicas entre Brasil y Bélgica. Por otra parte, resulta paradójico que el sector económico belga haya demostrado claramente que comprende la importancia de la asociación con Brasil, pero que, al mismo tiempo, el potencial de esta asociación esté limitado por la falta de de un acuerdo con el Mercosur.

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