Desde octubre, la cuestión de la deuda está en el centro de las preocupaciones políticas, especialmente en el momento de la reactivación del consejo municipal de la ciudad. Durante el debate de orientación presupuestaria, la oposición ya había dado la alarma sobre una explosión de la deuda, que pasaría de 19,6 millones de euros en 2023 a una previsión de 33,4 millones en 2025, es decir, un aumento del 70% en dos años. El alcalde, Gérard Régnier, intentó tranquilizar subrayando que la capacidad de reducción de la deuda de la ciudad se mantendría por debajo de la marca crítica de los 12 años, situándose en 6,8 años en 2025. Rebelote el lunes 25 de noviembre durante la votación del presupuesto inicial, donde estos Los mismos temas resurgieron en las discusiones de los funcionarios electos.
Prioridades presupuestarias controvertidas
Los proyectos de renovación, como los 5 millones de euros dedicados a las callejuelas Georges-Leygues o los 4 millones destinados al estadio Max-Rousié, han cristalizado las críticas de la oposición. Varios cargos electos lamentan la falta de obras para el teatro Georges-Leygues, aunque a menudo se cita entre los elementos de la ciudad que necesitan renovación. “Se subestiman los gastos y se exageran los ingresos”lanzó Frédéric Ladrech, criticando también una gestión desequilibrada de las prioridades municipales.
El clima se volvió aún más tenso cuando Michel Laville, asistente deportivo, justificó estas elecciones por motivos de seguridad: “Las obras eran fundamentales en el estadio, cuya grada presentaba problemas estructurales. Allí no se había hecho nada durante décadas. Es una pena haber acogido a tanta gente durante tanto tiempo en una infraestructura como ésta. »
“Responderle a un idiota podría hacerlo inteligente”
El tono del debate degeneró tras las acusaciones de manipulación de cifras lanzadas por Guillaume Lepers, ex alcalde convertido en diputado, que denunció “una campaña de desinformación” orquestado por el grupo “Villeneuve en commun” en su revista. “He leído el comunicado según el cual se asignaría al evento un presupuesto de 800.000 euros. Quiero decirle a los Villeneuvois que esto es absolutamente inexacto. Asimismo, también es falso el anuncio de 200.000€ para las aceras. »
Él continúa: “Señor Ladrech, con cada votación sobre el presupuesto, usted intenta asustar a los villeneuvois sobre la deuda de la ciudad. Desafortunadamente, tenemos una mayoría eficiente que prefiere trabajar en lugar de responder a cada estupidez, porque responder a un idiota puede hacerlo inteligente. »
Estos comentarios despertaron la indignación de Maëlle Blazejczyk, presidenta de Villeneuve en commun, quien, al final de los debates, dijo estar “profundamente consternada de que se pueda calificar de idiota a un funcionario electo”, defendiendo así el papel de la oposición como una voz para los residentes: “Nosotros también representamos a Villeneuvois e intentamos defender una voz alternativa que debe ser respetada. »