El ex director de la Maison d’Ailleurs de Yverdon-les-Bains, Marc Atallah, en septiembre de 2024.Piedra clave
En una entrevista publicada el jueves en blick.ch y en el ilustradoel ex director del museo de ciencia ficción defiende su trayectoria y cree que fue “traicionado” por su antiguo empleador.
28.11.2024, 09:0228.11.2024, 09:36
Marc Atallah se niega a ser el “chivo expiatorio” de las dificultades que atraviesa la Maison d’Ailleurs de Yverdon (VD), a la que dimitió el otoño pasado. El Patronato de la Fundación y el Ayuntamiento de Yverdon lo criticaron por no haber sabido anticipar y resolver las dificultades del museo, que atraviesa una crisis financiera y de identidad.
Marc Atallah afirma a nuestros compañeros que hacer clic y de el ilustrado sin entender “ese empeño” de hacerlo aparecer como “el villano de la historia”. Si bien el Patronato de la Fundación le reprocha no haber comunicado determinadas informaciones, en particular sobre el exceso de presupuesto de su última exposición, él asegura que siempre ha anunciado “escrupulosamente todas las noticias, buenas o malas”.
Añade que su trabajo consistía en “exponer los hechos y proponer diferentes soluciones” al Patronato de la Fundación. Fue este último quien decidió el camino a seguir y “lo apliqué, independientemente de mi opinión personal”, explica.
Yverdon “daña su cultura”
El Patronato de la Fundación también destacó la caída de la asistencia al museo y la calidad de las exposiciones considerada “decreciente”.
“Me hice cargo de un museo que tenía una media de 10.000 visitantes al año entre 2005 y 2010, y lo llevé a 27.000 visitantes en el mejor año”
Marc Atallah
Según él, la disminución de los últimos años hasta alrededor de 13.500 visitantes no se debe únicamente a las exposiciones. Señala que varias instituciones culturales locales están “sufriendo o disminuyendo su asistencia”. Según él, “Yverdon está herido por su cultura y reconocer esto nos permitiría pensar en soluciones”.
Asegura que el Patronato de la Fundación nunca le ha criticado por la calidad de sus exposiciones. Si algunas personas los consideraban menos buenos, “¿por qué nunca me lo devolvieron?”, se pregunta.
Sentimiento de traición
Marc Atallah también habla del compromiso de su esposa con la gestión de la tienda del museo.
“La única autoridad capaz de contratar o despedir empleados es el Patronato de Fundación (…). Sugerir que fue puesto allí sólo por mi culpa es repugnante”.
Marc Atallah
En general, Marc Atallah dice que cuestiona “este deseo de querer responsabilizarme de todo, aunque la fundación fuera mi empleador”. Se niega a “ser el chivo expiatorio” y cree que el Patronato de la Fundación y la ciudad de Yverdon, al obligarlo a “llevar el sombrero”, lo han “traicionado”. (mbr/ats)
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