Este martes 26 de noviembre, el juzgado penal de Aude estuvo marcado por el testimonio de la víctima, que hoy tiene 11 años. En el momento de los hechos, en 2018, tenía 4 años. En el palco, su madre, acusada de complicidad, y su excónyuge, Bruno C., acusado de “violación, agresión sexual y corrupción de una menor de 15 años”. El niño presentó sus dolencias ante los jueces con extrema dignidad. Narrativo.
En la tarde del primer día de audiencia, el lunes 25 de noviembre, el tribunal penal descubrió que Emma* venía a asistir al proceso. Una niña sonriente de 11 años, sumergida de nuevo en su doloroso pasado de seis años atrás. En 2018, cuando solo tenía 4 años, Emma fue presuntamente víctima de “violaciones y agresiones sexuales pero también corrupción de menores de 15 años”por la expareja de su madre, Bruno C. con su complicidad.
No sabíamos si Emma iba a subir al estrado. Finalmente le preguntó a su abogado si podía hablar. Este martes 26 de noviembre, sinónimo del segundo día de audiencia, con sus palabras tomó la palabra. “Recuerdo algunas cosas pero no todas”confiesa a los jueces, casi arrepentida de no recordarlo. “Es normal que no lo recuerdes”.subraya con aire tranquilizador el presidente del tribunal, Eric Emmanuelidis.
“Me hicieron cosas que me molestan mucho en mis partes íntimas”
Marcadas por silencios, las palabras de Emma se liberan un poco, resurgen recuerdos dolorosos. “Recuerdo cuando mi mamá me pidió que me desnudara, cuando íbamos a casa de Bruno, pero no recuerdo muy bien cuando vino a nuestra casa”explica, acompañada de su abogado.
Durante el cuarto de hora dedicado a su testimonio, el niño no mira en ningún momento a su madre, llorando, en el banquillo. “Me hacían cosas que me molestaban mucho en mis partes íntimas. Recuerdo despertarme sin pantalones, mi mamá amenazándome con desnudarme”añade el niño vestido con un jersey azul claro, pantalón negro y zapatillas blancas.
Solidaridad familiar
La víspera, su padre también declaró detallando la vida familiar. Habló del apoyo que realizan cada día los hermanos, las hermanas, su nueva pareja, para ayudar a Emma a no pensar más en este año 2018: “Hoy se siente mucho mejor. Tiene muchos amigos en la escuela. Siempre tiene apoyo. Ha olvidado muchas cosas, nos hemos asegurado de que ella también olvide”.
Pero no del todo. “¿Sigues teniendo pesadillas sobre lo que pasó?”cuestiona el presidente. Con un gesto de la cabeza, la joven refuta esta suposición del tribunal. “No, no tengo pesadillas, a veces todavía tengo malos recuerdos”.especifica. En estos momentos, es la familia la que lo rodea.
Su hermana mayor, a quien la víctima se confió tras los hechos, dio parte de la respuesta durante su testimonio. : “Estamos muy unidos. Cuando alguien se porta mal todos estamos detrás de él, nadie se encuentra solo.” Este martes, Emma pudo contar con sus seres queridos. Después de sus conversaciones con el tribunal, regresó a su asiento, rodeada de su familia.
“Ella te dio su bien más preciado, su confianza”
Al final del día, mucho después del testimonio de Emma, su abogado comenzó su argumento. “Me gustaría hablarte de ella. Nos damos cuenta de que es una niña despreocupada. Cuando la conocí, Emma no quería hablar conmigo en presencia de su padre y su madrastra. La posesión más preciada, para un niño, es confianza “añade el consejo.
Y para agregar: “Antes de hablar, le mostré esta sala del tribunal. Me pidió que no olvidara a nadie –sus hermanos, sus hermanas, su suegra y su padre– durante mi argumento. Ella se está reconstruyendo. Emma te dio lo más preciado. activo, su confianza. No la traiciones.
El primer nombre ha sido cambiado para proteger el anonimato de la víctima.
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