Además de esta red de apoyo, The Sorority también pone en contacto a las víctimas con asociaciones y fuerzas policiales locales. “Nos conocen [et] cuando uno de los miembros de la comunidad los contacta, pueden intervenir más rápidamente”.
También han surgido preocupaciones sobre la función de ubicación en tiempo real. El creador especifica al respecto que “en cuanto la víctima cierra la aplicación, ya no es posible rastrear su geolocalización”. Así, “la posición en tiempo real de los usuarios no se conoce y no puede ser utilizada como arma por personas malintencionadas”.
En muy poco tiempo, mujeres y personas de minorías de género han confiado en este tipo de aplicaciones en todo el mundo. Hoy, 500.000 personas han descargado la aplicación y se han validado 220.000 perfiles, se ofrecen 14.500 lugares seguros, ya sea con personas que aceptan abrir sus puertas, o en establecimientos comerciales que se colocan en apoyo a las víctimas durante sus horarios de apertura.
“La gran fortaleza de nuestro sistema de apoyo comunitario es poder ayudarnos unos a otros sin juzgarnos, ya que los extraños no tienen ideas preconcebidas sobre la situación de las víctimas”, subraya Priscillia Routier-Trillard. “De este modo pueden avanzar más rápidamente sin preguntarse si están equivocados o si la situación simplemente no se puede cambiar”.
Para Priscillia Routier-Trillard, el desafío de los próximos meses será hacer más eficiente el sistema de moderación manual de perfiles. “Las últimas cifras son gigantescas, tuvimos que moderar 120.000 perfiles en cinco días. No hace falta decir que no dormimos mucho”. Una solución sería “utilizar cada vez más tecnologías nuevas para ayudarnos, lo que nos aliviaría de una carga importante”, afirma.
Para responder a esto, “no somos inmunes a crear nuestra propia herramienta utilizando inteligencia artificial, manteniendo el control sobre lo que hacemos”, explica. “Creemos que siempre será necesario un paso final de moderación práctica, pase lo que pase”.
En el futuro, el creador de The Sorority desea ampliar aún más esta comunidad de apoyo a las regiones más remotas o peligrosas para las mujeres. Cuanto más grande sea la comunidad, más eficaz será, especialmente en países donde la violencia contra las mujeres todavía es numerosa, como Colombia, México, Costa de Marfil y la República Democrática del Congo.
Otras aplicaciones para combatir la violencia contra las mujeres como App-elles o Garde ton corps están disponibles en App store y Play Store.