Par
Hervé Pavageau
Publicado el
25 de noviembre. 2024 a las 18:24
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Salieron el 14 de noviembre. Desde la estación de La Haye-Fouassière, el pueblo donde viven y del que acaban de abandonar hace mucho tiempo.
Dirección Nantes en tranvía-tren y luego Haluchère, estación de tranvía de Nantes. Y punto de partida para una expedición con un sabor especial.
Viaje largo y lento
Lorette Vinet y Stéphane Fourneret partieron con Camille, su hija de cinco años, “para un viaje largo y lento”.
Largo porque la pequeña familia no tiene fecha de regreso.
Lento, porque el Los viajes deben ser lo más libres de carbono posible.
El proyecto del matrimonio Nantais Vineyard es establecerse en lugares para compartir con los lugareños, conocer, descubrir y confrontar otras culturas.
El comienzo de esta asombrosa aventura comenzó hace casi un año.
Cuando la pareja empezó a hablar de viajar, el mapa fue colocado en el medio de la sala.
“Al principio pensamos en regresar a Guyana, el lugar donde nos conocimos”, dice Lorette Vinet.
La región de ultramar es uno de los muchos rincones del mundo que ha visitado Hayonnaise.
Lorette Vinet es una aventurera.
Viaja desde 2003. A veces varias veces al año.
Cuadernos de viaje en mano, el fisioterapeuta, que también es retratista, ha estado en todos los continentes.
Tras convertirse en madre en 2019, la nómada pospuso sus salidas hasta que le picaron las ganas de volver a coger su mochila.
Si hay un nuevo despegue, no ocurriría solo. Pero con la familia.
Viajar sin volar
Teniendo esto en cuenta, Lorette Vinet y Stéphane Fourneret comenzaron a trazar rutas en los mapas del mundo.
¿África? ¿Sudamerica?
El campo de posibilidades ha surgido a la luz de el principal y gran límite que se puso la pareja.
El de depender de una larga cadena de medios de transporte no aéreos que nos llevarán a otros lugares para ver qué pasa allí.
Esta elección de viajar sin avión rápidamente se hizo evidente.
Responde a un estilo de vida y una forma de pensar de la pareja, adeptos a la sobriedad y sensibles a las cuestiones medioambientales.
Stéphane Fourneret, ingeniero consultor especializado en el tratamiento de aguas (limpias y usadas), también está interesado estrechamente a las cuestiones relacionadas con el clima.
Al pensar en el viaje, rápidamente nos dimos cuenta de que no era nada lógico coger el avión. Un viaje de ida y vuelta de París a Nueva York genera casi 2 toneladas de CO2. Esta es la huella de carbono que habría que gastar a lo largo de un año.
Para llegar lejos sin avión, la pareja navegó… por Internet en busca de planes B y soluciones adecuadas.
Con el requisito previo: “date tiempo sin viajar por el mundo”.
Viajar limpio no es lo más fácil
La pareja que debe partir con un niño de cinco años mira las rutas de cruce, a la luz de países en guerra y tensiones en las fronteras.
Examina la viabilidad técnica y humana.
El primer problema es que la pareja se da cuenta de que viajar limpio no es lo más fácil.
Lo más impactante para el planeta es lo más fácil.
Al final surgen varias rutas. Y se fija fecha de salida: 14 de noviembre de 2024.
Llegada el 17 de noviembre a Canarias tras 30 horas de travesía en ferry, la familia afincada en Lanzarote en el puerto de Puerto Calero va a recoger un barco para ir a Cabo Verde incluso en Senegal o Sudamérica.
“Somos muy flexibles en cuanto a fechas y duración”, comenta Lorette Vinet, toda sonrisas.
“El plan A es cruzar el Atlántico. El plan B es seguir la costa de África occidental”, subrayan Stéphane y Lorette.
Hazlo algo útil
Para desplazarse, la familia que viaja “ligera, con 20 kg a la espalda” no se priva de nada: velero, a pie, autobús… “Como la gente del lugar”.
La familia quiere sacar algo útil de esta aventura.
El ingeniero planea calcular la huella de carbono durante todo el recorrido para lograrlo restitución y demostrar que es posible viajar de otra manera.
“Vamos allí a trabajar. Por lo que a mí respecta, esto permitirá ver el cambio climático fuera de Francia y los problemas relacionados con el agua”, añade el ingeniero.
La retratista ha metido sus cuadernos en el bolso, que irá llenando de dibujos y anotaciones a lo largo de las etapas, con vistas a editar su historia.
¿Qué presupuesto?
En cuanto al presupuesto, la pareja alquiló la casa amueblada (800 euros al mes) durante un año.
“La idea es hacer woofing, trabajar en granjas…”, subraya Lorette, que también trabajará a distancia para una revista especializada en salud.
Trabajar por cuenta propia te aportará unos pequeños ingresos adicionales de 2.000 €.
A través de esta experiencia, el dúo quiere crear conciencia sobre el hecho de que este Este tipo de viaje lento y con bajas emisiones de carbono también puede ser económico..
“Se estima que los alquileres cubrirán nuestros costos. Si somos conscientes de que esta es una forma de viajar, queremos demostrar que podemos hacerlo con pocos recursos.
La pareja ha previsto un presupuesto de entre 5.000 y 6.000 euros para el año.
El viaje de la familia debería ser seguido por la escuela del Principito en La Haye-Fouassière, el establecimiento en el que Camille asiste a la escuela.
En la sección principal, la pequeña trabajará las expectativas educativas con sus padres, en el camino.
También están previstos debates con la clase durante el viaje, en forma de postales y videoclips.
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