el Gouf de Capbreton, un observatorio privilegiado de cetáceos

el Gouf de Capbreton, un observatorio privilegiado de cetáceos
el Gouf de Capbreton, un observatorio privilegiado de cetáceos
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ohObservar delfines siempre ha sido un sueño para jóvenes y mayores. Para Julien y Djavan, admirar los cetáceos forma parte de su vida diaria. Ambos trabajan para XCAT’, la empresa que ofrece excursiones turísticas por el mar en lancha rápida o catamarán para observar cetáceos con salida desde el puerto de Capbreton. Al menos, cuando están de humor para sacar la cabeza a flote. “Ha pasado un tiempo desde que los vimos. Está empezando a ser frustrante”, dice con impaciencia Djavan Dubert, regatista del XCAT’, mientras zarpa.

Dirígete hacia el mar, por encima del Gouf de Capbreton. Pero antes que nada hay que aguantar para salir del puerto. “Este pase de Capbreton no es nada. No todos los días surfeamos en un barco”, sonríe Julien Mangogna, el capitán. La salida ofrece unas vistas impresionantes de la costa de las Landas y más allá. Los más experimentados podrán reconocer la costa desde el semáforo de Messanges hasta San Juan de Luz, al pie de las Trois Couronnes.

El equivalente al Gran Cañón

Apenas salido del paso, la pantalla del salpicadero ya indica más de 100 metros de profundidad bajo el casco del barco. El instrumento puede medir profundidades de hasta aproximadamente 200 metros. Rápidamente, el indicador se confunde. El Gouf de Capbreton se extiende a lo largo de casi 300 kilómetros hasta la costa de España. Sus abismos alcanzan una profundidad de 4.000 metros. “Con la idea de que tenemos Landas planas, playas muy amplias, no podemos imaginar lo que hay debajo del agua. El Gouf es el equivalente del Gran Cañón de Estados Unidos”, imagen Julien.

Un verdadero parque infantil para los mamíferos marinos. “Es fácil para los delfines atrapar bancos de peces contra las estrechas paredes”, explica Djavan.


Durante sus excursiones, Julien Mangogna y Djavan Dubert tuvieron la oportunidad de observar mamíferos marinos raros.

Philippe Salvat / SO

Mientras navegan y proporcionan información sobre los cetáceos, detrás de sus gafas oscuras, Julien y Djavan otean constantemente el horizonte azul, en busca de la más mínima aleta. El barco hace algunas paradas, donde la tripulación está más acostumbrada a encontrarse con manadas, es decir grupos, de delfines. Mala suerte para el “Sudoeste”, los cetáceos se muestran tímidos a principios de junio.

Al igual que los humanos, a los delfines les gustan los días soleados. El claro de esta tarde no fue suficiente para sacarlos a la superficie. “Al menos habrás visto ovejas (la espuma blanca en la cresta de las olas, nota del editor)”, bromea Djavan. A la tripulación no le falta imaginación y anécdotas para hacer esperar o compensar la ausencia de cetáceos. “Le quita presión a todos. »

Durante el periodo estival, el director del XCAT’, Franck Vidal, cifra las posibilidades de observar cetáceos en un 98% gracias a la luz del sol. “Fuera de temporada, sólo tenemos lugareños que vigilan constantemente el tiempo. Muchos de ellos observan delfines por primera vez frente a la costa de Capbreton”, informa Franck Vidal. Por la sencilla razón de que estos mamíferos marinos no parecían tan presentes unos años antes.


Al no encontrar cetáceos, un folleto enumera los mamíferos marinos presentes en el Gouf de Capbreton.

Philippe Salvat / SO

XCAT’ comenzó en 2014 ofreciendo excursiones al mar al atardecer y sesiones de pesca. A lo largo de sus salidas, Franck ve cada vez más cetáceos. Unos años más tarde desarrolló la oferta para la observación de delfines.

Delfines, pero no sólo

Al no haber visto cetáceos, a bordo se encontraba el delfín disecado llamado Francky, “como el jefe”. “Cuando no vemos delfines, los clientes a veces nos piden que imitemos al delfín con el peluche”, admite Djavan, precisando que en este caso las entradas no se reembolsan. Esta vez tendremos que confiar en las historias de Francky y la tripulación.

“Para nosotros es genial observar ballenas, pero no es una buena señal para el medio ambiente”

Como cuando vieron un tiburón media hora después de que un grupo nadara en alta mar. O cuando se observó una ballena jorobada frente a la costa de Capbreton el pasado mes de abril. Fenómenos que algunos científicos creen que pueden explicarse por el agotamiento de los recursos marinos, lo que empuja a los mamíferos marinos a acercarse a la costa para alimentarse. “Para nosotros es genial observar ballenas, pero no es una buena señal para el medio ambiente”, afirma Djavan. Un placer agridulce, como disfrutar de las temperaturas del verano en invierno.


A lo largo de los años, los puntos de observación se registran en el tablero. Uno de los lugares favoritos de los delfines: el “dedo mordido”.

Philippe Salvat / SO

Y los miembros del equipo saben que todavía están lejos de haberlo visto todo. “A menudo se dice que conocemos el espacio mejor que el océano”, relata el capitán. Un dicho quizás aún más cierto para Gouf de Capbreton. En el mundo, sólo el 3% de los cañones submarinos están conectados a la costa, como aquí en Capbreton. Una geología única pero aún poco conocida. Tan poco conocido que no existe ninguna leyenda en torno a él.

“El calamar gigante ni siquiera tiene uno. Se ha observado en España”, asegura Djavan, acompañando una fotografía de este cefalópodo desde varios metros de profundidad, a bordo de un barco. Seguramente el Gouf aún no ha revelado todos sus secretos ni todas sus criaturas.

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