Una amenaza silenciosa ha aparecido en el lago Lemán: el mejillón quagga. Salomé Boudet, estudiante de doctorado en ciencias acuáticas de la Universidad de Ginebra, desvela los secretos de esta especie invasora que altera el equilibrio de nuestro gran lago, en el podcast Micro ciencias.
“Es un pequeño mejillón de agua dulce, de unos 4 cm de largo, de forma redonda y triangular, y con una concha rayada que va del negro al crema”, explica el doctorando. Procedente del Mar Negro, esta especie comenzó a extenderse en la década de 1940, utilizando las corrientes y los barcos para invadir nuevos lugares.
Una rápida invasión de los lagos suizos
Observado por primera vez en el Rin en 2013, el mejillón quagga se ha apoderado desde entonces de seis lagos suizos, incluido el lago Lemán, así como del Ródano. Se adapta fácilmente. “Puede vivir hasta 250 metros de profundidad, en condiciones difíciles, con poco aire y comida”, señala el investigador.
Esta capacidad le permite sustituir rápidamente al mejillón cebra, otra especie invasora que lleva más tiempo presente. “Después de 4 o 5 años, la quagga suele sustituir a la cebra”, informa Salomé Boudet. Con una reproducción de hasta 1 millón de huevos por hembra al año, se propaga muy rápidamente.
Múltiples impactos en el medio ambiente.
La llegada del mejillón quagga tiene muchas consecuencias. Aunque filtra el agua y regula ciertas sustancias químicas, también altera la cadena alimentaria al reducir la cantidad de pequeñas plantas acuáticas que sirven de alimento a los peces. “Esto puede tener un impacto negativo a largo plazo en los peces”, explica Salomé Boudet.
La infraestructura de bombeo de agua se ve particularmente afectada. En Ginebra, los Servicios Industriales (SIG) deben afrontar la invasión de sus instalaciones por los quaggas, un problema costoso y complejo de gestionar.
Para contrarrestar esta amenaza, la prevención es esencial. El científico acuático destaca la importancia de limpiar los cascos de las embarcaciones y los equipos de buceo. “En la Suiza alemana se están realizando campañas de sensibilización para evitar la colonización de otros lagos”, subraya.
Un llamado a la vigilancia
El mejillón quagga es sólo un ejemplo de otras especies exóticas que pueden desequilibrar los entornos naturales. Amenaza a las plantas y animales locales, modifica las cadenas alimentarias y provoca importantes consecuencias económicas y ecológicas.
Para preservar el frágil equilibrio de nuestros lagos, es necesaria una mayor vigilancia. La historia de la quagga nos recuerda que incluso los organismos más pequeños pueden tener un gran impacto en nuestros ecosistemas y que debemos actuar para proteger la diversidad de los recursos naturales.
Texto web: Andreia Glanville
Periodista: Huma Khamis
Swiss
